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domingo, 28 de septiembre de 2008


LA CRIPTA DE LA LUZ

*
Soñé en el umbral de la conciencia
el tiempo refulgente del misterio.

El prisma de la luz tiene dos puertas
de vitrales con destino a la razón
que ilumina el espacio de la nada.

Un pacto imaginado en la certeza
tenía en la alianza del secreto
respuesta en el reverso del espejo.

La verdad no se refleja en el sueño,
sino tras el enigma del deseo
en armónicas secuencias invisibles
de magia fugitiva del ingenio.






Manuel Martínez Barcia

sábado, 27 de septiembre de 2008


IMÁGENES DE FUEGO

*
Se adentran en la noche de abismos misteriosos
bandadas de sonidos iguales en el viento
que vuelan en silencio manantiales de sueño.

Descanso sin materia en medio de la vida
que encamina al deseo más lejos de su eco
hasta abrirse en un mundo de música sin dueño.

Y donde todo vive eternamente
es amplia la oscuridad que amanece en la niebla
de otro pensamiento que tiene el alma muda
y sombras luminosas sin hilar en el tiempo.

En extensiones de la primavera
la luz donde apareces, desnuda la certeza,
y apenas cabe el llanto en la existencia
cuando acude a mi sangre tu latido.

Y este pulso que late por mis sienes
imagina tus llamas en veleidoso juego,
cuyo ardor es un signo de obediencia
con destino al fuego prometido.




Manuel Martínez Barcia

DELIRIO

*
Cuando tú eras el aire
en la sombra luminosa del fuego
y yo el agua que apagaba tu incendio,
ardían los elementos en vano.

Porque tras el silencio
cae la vida en el exilio del tiempo,
lo mismo que en el miedo resucitan
las alas de un niño que elige volar
en el brillo ciego de un tierno sueño.

Cuando grito hacia dentro
la nueva realidad de la agonía,
más allá de la furia del sonido
otra vida muere en mí.

Y renace la carne en la sustancia
que ata a la memoria,
ardiendo en su reflejo de tinieblas
los ecos aún calientes del deseo.

Si pudiera atrapar la fantasía
enlazaría tu alma a la mía,
sin nudos, tan sólo mi delirio y yo,

Llenando de tu amor el paraíso
con místicos informes.





Manuel Martínez Barcia

martes, 23 de septiembre de 2008


UN EMBRUJO DE FUEGO

*
Acaso en el éter de un suicidio
prorroga aún la risa su inocencia
otorgada por duendes ilusorios
que acarician la esencia de la nada
en su orilla de silencio de ficción.

Las normas del misterio en lo ignorado
se mezclan con la angustia
en su bruma de ajustada exactitud.

Y busco en la memoria del olvido
narcóticos momentos de locura
capaces de conciencia pasajera.

Las voces del mar.
Los ecos que resuenan
como gritos que pronuncian la verdad
con mentiras de fábula y leyenda.
Leyendas de la nada
que nada en realidad es su destino.
Las voces del destino
que mecen el enigma del secreto
en su oleaje de eterno fluir.

La mágica visión de lo invisible
que aspira a ser sueño en el ensueño.

Un embrujo de fuego
del viento que camina en el no tiempo.

El tiempo en el futuro que se quema
en el instante de un quizá.






Manuel Martínez Barcia

lunes, 22 de septiembre de 2008

domingo, 21 de septiembre de 2008

LATIDO

*
Son las cinco de una tarde cualquiera,
en la hora que da luz a la vida
y da muerte al porvenir de otros días
por más que el oráculo pronuncie lazos de amor.

No me preguntes en gritos lejanos
por qué la sangre se abre paso a ciegas
entre pausas de memoria extinguida
en el ojo abierto de una mirada.

Nunca quise saber más allá de mí,
del símbolo que escribe en un poema
la imagen de los besos
en el breve escenario de otra lengua.

Los sonidos no cambian, permanecen
en aquellos lugares donde sólo se escuchan
las formas de la música en silencio.

Y la voz del agua clama tu cuerpo
que gime en el fondo de su desnudo
melodías de placer.

De nuevo en tu vientre hundo el deseo,
que navega hasta el sur de los canales
y avanza por el aire de la noche
perdiéndose en los versos de un latido.




Manuel Martínez Barcia

SILUETAS DE QUIMERA

*
La sombra me acompaña a cuatro patas
depositándose en la tumba exacta
del orden confundido en la nada.

Lame mi piel antes de ser herida
en pregunta que nunca te interroga,
al igual que la esencia es en sí por ser.

¿Qué soy en ti, me dices?...

Tú, extraño sol, cuyo centro es mi fin
entregado en el tiempo que no viene,
a destiempo en el enigma... ¿Ser?... ¡Tu luz!

O ser incluso nadie.
Destino que melliza a otro destino
en sed interminable
capaz de saciar razones vacías.

O la duda en mí mismo,
que consuela la voz de la soledad
en la música secreta del sueño.

O tal vez la memoria iluminada
que naufraga en abismos de suicida
siluetas de quimera a la deriva.



Manuel Martínez Barcia

viernes, 19 de septiembre de 2008




A LA SOMBRA DE UN CIPRÉS

*
Sin casi fe, ni asomo de esperanza.

Sin duda, transigente, pese a todo,
espero un instante de sustento
que destierre la calma tanática
de los gozos que aún frecuentan mi pulsión.

¿ Cesará la obstinada soledad
que ejercita sus actos evasivos
soñando en la muerte de mi vida ?...

Quedan los días de sexo y quimera,
las diosas, la lluvia, también su fervor,
que espera una señal aunque no llegue.

Quedan las expectativas vacías
que brotan en tormentos de ceguera
y alimentan los cauces del olvido.

Y todo al fin será sólo sequía,
sin nadie que perturbe
mi tiempo de difunto desconsuelo
a la sombra de un ciprés.

Y en las tardes sin lluvia,
préstame un sueño si tengo sed de ti.




Manuel Martínez Barcia

CÍRCULOS DE FUEGO

*
Volvió la noche a pronunciar tu nombre
con la voz que bebe el silencio inquieto
de la lluvia fugitiva del alma.

La llama de la tarde
nos une en uno solo.
El crepúsculo y su luz
son parte de nosotros.

La antigua servidumbre del misterio
perfuma las sombras de madreselva
y desata tu aroma en los rincones
expandiendo la música lejana,

Errante en su sonido,
como agua que abandona el deseo
por temor al remolino de su sed.

Y se detiene la ausencia en el viento,
como en busca del resplandor del fuego
que quema en su ardor a la memoria.

Llegaron a ser bellas las cenizas
sonriendo en las huellas de la hoguera
que tuvieron su origen en tu incendio.




Manuel Martínez Barcia

SOLO, PÁJARO Y AUSENCIA

*
Estoy solo y lo sabes.

Me has convertido en una bestia extraña
con la intuición de crear la teoría
sin pasar por la voluntad del mito.

Y los destinos se vuelven libertad
que se alzan en súplicas al viento...

¡Oh pájaro de vuelo adolescente
de cielo absorto en alas de partida! ,

Con el traje ligero sobre el hombro
que meces en dorso de cuerpo etéreo
batiendo el presente en tus flancos.

Mientras pienso si vuelas tan sólo
para apoyar los brazos
de forma compasiva y unitaria
en alguien impalpable,

Sufro el secreto que esconde tu pluma
y también gozo si allí arriba duermes,

Porque así tal vez podré
soñar la realidad sobrevolando
la ausencia de mi musa
que me estrecha al misterio mientras amo.




Manuel Martínez Barcia

miércoles, 17 de septiembre de 2008


EN CARNE VIVA

*
La voz que expresa tacto y grita vida.
La voz que es un susurro de desidia.

La voz que arde herida en su silencio
en la frontera de un nómada fluir,

para que su narcótico sonido
se disuelva en instantes de conciencia.

La voz que eres tú al fin y nunca callas.
La que llama al deseo por su nombre.

La voz que no me importa que me queme.

La voz que te hace mía en el destino
mientras tiemblan los cimientos del Cósmos
en un eco de ingrávidos seísmos.

La lengua de tu idioma en carne viva.




Manuel Martínez Barcia

CONJETURAS SECRETAS

*
En la libertad natural
persiguen su objetivo
el misterio y el encanto

Y la aventura del encuentro
rinde culto a la liturgia
en los ritos de la logia del amor
con versos de pasión en un poema

Que descifra los estigmas del miedo
en las huellas del tiempo de estaciones
del sueño y el insomnio
que revela el secreto cuando pasa,

y vuela.




Manuel Martínez Barcia

TIENE MAGIA EL ECO DE TUS PALABRAS

*
Tienen magia tus caricias del alma
en la raíz de la noche cautiva
que estrecha nuestra unión en las estrellas

Allí, siempre te extraño con el alba
cuando pienso en mundos paralelos
de deseo y fiebre compartida
en espacios desvelados de la piel

También te ensueño muy diminuta
en la fuerza invisible
que nos lleva a acantilados de belleza
en un bosque de sombras y misterio

Y te nombro cuando rezo tu nombre
en sílabas inversas,
donde la luz y el agua son iguales
en la pila de bautismo en mi cristal

Que tú adivinas
en la edad del tiempo
y descifras mi aura en su espejismo
con ojos de meiga que ven más allá.

Tiene magia el eco de tus palabras
en el sexo oral de las metáforas
que soñamos mientras arden las llamas
en el fuego de extinción del Paraíso.




Manuel Martinez Barcia

martes, 16 de septiembre de 2008

GRIETAS INERTES

*
He soñado que moría en la noche
atado a la sonrisa del descanso
que tiembla el agua desprendida de ti.

He soñado la realidad palpable
anegado en los besos
que emitían leves signos de auxilio
en un nido de secreta morada.

Arráncame de esta luz
que amanece extinguida
en el lecho ciego de un desvarío.

Abrásame en tu ardor inverosímil
que aún llueve en la alegría del viento
y en su brisa de fuga bulliciosa.

Espera a que yo llegue
a lomos de una antorcha que cabalga
sin darse por vencida
en el fondo del tiempo de tu llanto

Que asoma un grito sordo
a la sombra de mi ser
en éxtasis de luz sin compañía.

Y renace de las grietas inertes
que se entierran en destinos de fuego
en las pieles que se abrazan desnudas
y se curten al sol.




Manuel Martínez Barcia

lunes, 15 de septiembre de 2008


DONDE EL SUEÑO AÚN NO ES

*
Donde el sueño aún no es,
donde el ansia se vence en el suicidio,
a veces la verdad se muestra esquiva
y finge que sonríe en el recuerdo.

El tiempo imperturbable del olvido,
a veces se desprende de la ausencia,
tal vez en el ocaso trasnochado
de su invisible cárcel de memoria.

A veces el espejo se formula
las preguntas carentes de respuesta
sedando a la conciencia en el deseo
que afirma su reflejo inexistente.

Ecos de la realidad de la nada
se quedan entre sombras atrapados
en aullidos que brotan del silencio.

Y a través del no espacio que nos une
la luz gravita en su esencia desnuda

Y donde la vida se ata a la vida
se percibe un gran grito callado
que traspasa las fronteras del amor.




Manuel Martínez Barcia

domingo, 14 de septiembre de 2008

PÁJAROS DE SUEÑO

*
Me gustas en la noche,
laberinto en distancia de extravíos
contados por un pájaro de sueño.

Ana Muela Sopeña





Antes de aquellas sílabas perdidas,
uNa silueta de las transparencias
trAzó el destino con un rumbo ciego

Sin Más bullicio que su movimiento
en el Umbral de signos del silencio.
Y tan lEnto era el eco en su retorno
que se aLejaba al origen del sueño
...en delicAdo vuelo de deseo.

Y libertaS las palabras del verso
tras el girO del aspa de un molino
que late a imPulsos de alas insomnes,
obteniendo dEl intrépido viento
aquellas hazaÑas que iluminaron
poemas tan plagAdos de aventura.




Manuel Martínez Barcia

DE LAS FURIAS, EL AMOR Y LA PASIÓN

*
En la sed del secreto de la gloria,
el deseo se anuda a la memoria
que hidrata las raíces del misterio.

Las señales auguran vaticinios
que huyen del Nirvana.

Me alientas en la búsqueda del verbo,
sin que encuentre en los escritos
el calostro que en tu seno se nutrió
de todas las plabras.

De pasión, la palabra restituyes,
como verso en poema de Neruda.

De las furias, el amor,
no sólo el fuego,
no sólo la pregunta y el desvío
que juntos respondemos en silencio.

Y donde el duende no oculta su alegría
me canto a mí mismo,

Y solo en la soledad,
no quiero ser esclavo de tendencias,
ni puro, ni ortodoxo,
ni siquiera poeta en poesía,

Anocheciendo,

Como piel en interior de sentimiento,
en la duda de saber cuanto te amé,
en las furias.
el amor y la pasión...

Porque amar es todo.





Manuel Martínez Barcia

MÁS QUE LUZ

*
Nos unimos en voces solidarias
de código binario
tecleando una crónica idealista
en la imagen digital.

Cada píxel se asoma a la ventana
en ranuras de color de los CD´s
que alzan la victoria en su derrota
por senderos de fondo sin memoria.

Cada sílaba de cada palabra
es invitada en cualquier momento,
a cualquier lugar de nuestro escritorio
y a su jardín de verbos invisibles.

Porque siempre, en cualquier otro lugar
de algún otro momento,
habrá una señal de lo infinito
que nunca podrá ser almacenada.

Y en tus ojos de Webcam
configuras mi alma en disco duro
con luz de tu energía en la carpeta.

Porque no hay soledad
si dos almas gemelas
se unen al confin del universo,

Donde el círculo se cierra
y se abre al mismo tiempo hacia el amor.



Manuel Martínez Barcia

ALGO ARDE A CONTRALUZ

*
En los signos ocultos del espejo,

Al igual que una señal del resplandor
que traspasa la nada primigenia,

Como la magia filtrada por la luz
mistérica y exacta,

Como el viento
en la sombra de un alma mensajera,

Como un faro que guía
las alas de los rumbos invisibles
en los ecos huidizos sin nada que perder,

El reflejo se alza en el secreto,
sangre y sol de un destello silencioso
que destila del brillo tu mirada
cuando surca el espacio ante mis ojos

y algo arde a contraluz.





Manuel Martínez Barcia

FLUIR

*
Al futuro y aliado en su espejismo,
viaja el tiempo en el instante de un quizá,
que ruge en la distancia que lo expresa.

Es la hora de la lluvia
que llora en el espectro de la nada
suspendida de un sueño sin certeza.

Es la hora del aullido
en el éter de la soledad mutante;

La transparencia a todo,

Más allá de la era imaginada
y su eco de salvaje mutismo.

Traspaso el inexacto laberinto
y el enigma del viento del silencio
que aún úlula el pasado en su memoria.

Y fluyo en el destino fugitivo
tras un ser con estigmas de quimera
que renace en su existir.




Manuel Martínez Barcia

sábado, 13 de septiembre de 2008




BAJO NUESTRA PIEL

*
Brotaste en las semillas de la nada,
como magma a contraluz
que aviva la simiente de un poema.

De la inútil pleamar,
llegaste como ninfa de las aguas,
mensaje de sirena
en turno de vigía
de las olas más altas sin espuma.

A merced de tu estrella,
soy único destino sobre el fuego
en la quietud el espacio sideral.

Y eres hembra en los racimos del aire,
en desnudos acordes
que estrechan sin memoria
el latido de un tumulto pasional.




Manuel Martínez Barcia

SOLEDAD

*
Cesa el agua a contraluz
al sur de las fronteras subterráneas
con cimas de lejana cercanía.

En las fuerzas telúricas del viento
se desnuda el desamor
cuando la sed libera su amenaza
y la angustia reconoce la calma.

Espirales de aire
se quiebran en la silueta del miedo.

Y en tus ojos la luz se multiplica
con la onírica imagen del silencio.

Semejamos suburbanos de cristal
al dorso de las luces peregrinas
en suicidio de esperas.

Y en tu etnia cósmica
de raíces salvajes
fecundas antídotos de soledad.



Manuel Martínez Barcia

UNA VEZ MÁS

*
En la raíz del agua reside tu tristeza.

Ana Muela Sopeña





Una vez más, la señal en el viento
el sueño pronunciado.

Dame la mano y ayúdame a subir
por donde asciende el alma
en la vertical del miedo

hasta la raíz del agua
para alcanzar la sed

y liberar de la niebla
la tristeza.




Manuel M. Barcia

MÁS ALLÁ DEL RESPLANDOR

*
Tengo el alma tejida a un tatuaje.

Y tu nombre bordado
en un corazón que late desnudo
sin que se turbe el silencio en su rumor.

Un río lo recorre
con sustancia de sexo en esperanza ;

Un río que mana de mis costillas
y desemboca justo entre tus pechos.

La corriente se mueve muy despacio,
por el cauce que se pierde a sabiendas
en los poros de tu piel.

El sudor en el celo del que bebe,
desciende en tu silueta
a cualquier elección desesperada
en el hambre de la sed.

Los besos tiemblan en el agua
cuando al fin me señalas las estrellas
y asciendes en brillo jubiloso.

Y te amo.

Te amo en cuerpo y alma,
más allá del resplandor
que te ofrezco de luz y alabanza.


Manuel Martínez Barcia

¡ FLASH !

*
Revelada de tu propia existencia,
semejas a una hembra fabulosa
en las fauces hambrientas del estío
que nace tras el cese del diluvio.

Tu mirada, una diosa envidiaría,
cuando el sol silencioso
colma su sed en la luz que te anuncia,

Y en tus ojos,
el cielo mira al cielo.



Manuel Martínez Barcia

ANATOMÍA DEL SILENCIO

*
En torno a la soledad proliferan las sombras
junto a la anatomía del silencio.

Y nada se detiene
cuando la nieve navega en el verso.

Ni el frío, ni el calor de las palabras,
son algo más que luz desorientada
en estrofas de agua.

Pero el agua se estanca,
su no yo asienta la noche eterna
donde la euforia ya es desposesión...

Y duerme el embrión
en la liberaciónque le dió sustento.

Sólo un poco más allá,
la lluvia avanza todavía
en la sed de la nada primigenia,

Y le siguen conjuntos invisibles
que se bañan en los sueños
para expandir el mundo...

y desembocarlo.



Manuel Martínez Barcia

INSTANTES

*
Nunca he alcanzado a saber
hilar el patrón de la felicidad ;

Y sin embargo,
me unes con costuras invisibles
a la sangre que cuaja en su materia.

¿ Dónde muere la senda de la sangre
que nunca palidece en la apetencia
de las almas desnudas ?...

Sé que tiene raíz de desventura
en el mismo manantial donde nace el llanto.

También sé,
que de su esencia se nutre la vida
en su sed incesante del éxtasis de gloria,
lamiendo la salobre vanidad de su sustancia.

Pero no dejes el enigma sin respuesta,
sin abrazos, sin el aire que me envuelve a tu misterio,

Porque de no estar cosido junto a ti,
se apagan en mi mundo los instantes.




Manuel Martínez Barcia

viernes, 12 de septiembre de 2008

EL HOMBRE Y LA TIERRA

*
Hablan Afrodita, Hestia y Deméter.
Si puedes escuchar atentamente
el grito que se alza en el silencio,

Verás su propósito,

Y el papel que le toca en su sollozo,
que hace de las palabras un mito
y único alimento.








El Hombre y la Tierra


Desde la primera de las Edades
en donde la verdad y la armonía
estaban en pemanente vigencia,

Sin que nadie creyese necesario
ninguna ley escrita,

La mirada de un niño podía detenerse
en sueños pasajeros.

No había espadas, ni lanzas, ni yelmos.
Ni tampoco eran talados los bosques
para levantar fortificaciones.

La Tierra regalaba a los hombres
el fruto necesario,
sin trabajo de siembra o recolecta.

Reinaba una eterna primavera,
y fluía en los ríos la leche,
vino y miel amarilla
destilada del tronco de los arces.

Pero Zeus acortó la primavera
y dividió el año en estaciones.

Se endurecieron el frío y el calor,
y se hizo necesario
la construccción de casas.

También fue necesario sembrar grano
para que germinasen las especies.

Se redactaron las primeras leyes,
las leyes se transforman en códigos,
y los hombres ya se muestran dispuestos al ataque
cuando hay otro más débil.

Fue cuando nació la dura época
en que el crimen se entroniza en sociedad.

La modestia, el engaño y la violencia,
ocupan nuevos valores humanos
con afán enfermizo de ganancia.

En tan lamentable estado de cosas,
Zeus estalla en la ira,
y se convoca un Congreso del Cielo
en el Palacio de la Via Láctea,

Que culmina en la tajante decisión
de la destruccion de sus habitantes
para generar una nueva raza
que acepte la grandeza de los dioses.

Y soltó las cadenas
que mantenían reo al viento del sur.

Y dejó caer torrentes de lluvia
que tendieron a las palantas de granas.

Y no contento aún,
hizo que se desbordaran los ríos,
al mismo tiempo que un gran terremoto
llevó el flujo del mar hasta las playas.

Las torres se quedaron sumergidas,
y todo se quedó bajo las aguas,
salvo el Parmaso,
elevado sobre todas las montañas.

Y allí se refugiaron
los últimos seres sobrevivientes :

Un hombre llamado Deucalión,
y su mujer, Pyrra,
de fe firme en los dioses.

Cuando el viento del norte
recuperó el cielo y la tierra,
pudieron ir al templo.

Se postraron en tierra
escuchando la voz del oráculo
que les respondió así :

"Abandonen el templo con la cabeza velada,
las vestiduras sueltas,
y vayan arrojando detrás los huesos de vuestra madre"

¡Quedaron asombrados! ,
cayendo ambos en meditación.

Sólo existe una forma
de cumplir el mandato
sin caer en la impiedad,
se autodijo Deucalión.

Si la Tierra es la gran madre de todo
y las piedras son sus huesos,
esos son los huesos que podemos arrojar
hacia atrás sin llegar a ser impíos,
dedujo a su vez, Pyrra.

Y entonces sobrevino el milagro ;

Las piedras crecieron,
se hicieron más suaves,
adquiriendo morfología humana,
como si fuesen pedazos de roca
en manos del escultor.

Y quedaban las piedras de Deucalión
convertidas en hombres,
y las de Pyrra, se hacían mujeres.

Y de nuevo se repobló la Tierra
de una raza acostumbrada al trabajo.

De los bienes dotados por los dioses
se escaparon todas las bendiciones
guardadas en la Caja de Pandora,
excepto la esperanza.

¿ Cómo podría la virtud tan sutil
mezclarse con todo tipo de males ?...

Porque la esperanza nunca se ausenta,
ni siquiera cuando son herméticas
las puertas de la nada en lejanía.




Manuel Martínez Barcia

DOMINIOS CERCANOS

*
Cuando dejas las puertas entreabiertas,
avanzo silencioso
para entrar con cautela.

Y en tu cuerpo sin dueño
encontramos la clave del código
que yo te recitaré
durante el encuentro tridimensional.

Y tras la celosía
formaremos un triángulo plano,
como un codo articulado en la flexión.




Manuel Martínez Barcia

SEÑALES DE FUEGO

*
De la noche se esfuman
ascendiendo en la sombra
cantos de sueño mudo
con silbos de aire blanco

En brisa cadenciosa
se vislumbra el futuro
de los ojos abiertos
en el rostro del cielo,

Que en su centro de quietud
mira atrás sus cantares
de la luz que fue ciega
antes de su misma voz

El silencio sin nadie
despereza la pena
que en libertad se esparce
cuando no duerme en su ser

El tiempo de altura azul
late muy lentamente
el sustento que espera
la proclama de la sed

En gotas de rocío
que saludan a gritos
ajenos al sollozo
la sequedad del orbe,

Que aún recuerda ilusorio
los aromas de frescor
tras la luna de cristal
que toca en su ventana,

Por el sol trasapasada
en caricias de fuego,
y un resplandor insomne
de calor y de vida.




Manuel Martínez Barcia

MAREA

*
Desconozco el lado amargo del mundo,
duro y seco, que se mueve sin llanto,
con su inútil mercancía de viento
que nada siente si no sabe volar.

Como un ciego marinero que inventa
el rumbo en un espejo sin destino...

Seguiría en la mar a la deriva,
tan perdida y hermosa
como el tiempo que contempla el desvelo
en las ondas infinitas del sueño.

¿Qué importa una tregua en las aguas sordas?...

Sólo es un pacto en la ingenua batalla
frente al aire turbio de alas abiertas
que exhalan los suspiros del misterio

Son tiempos duros para saber de amor

Y sin embargo, la luz es tu forma,
apenas sólo cabe tu tamaño
en la más débil brisa

Ahora el paisaje se suspende al azar.
antes de ti, después del caos, esclavo
en las sombras fantasmales por doquier
que alivian la desazón de un isleño.

Y en oleadas que indultan las penas
se escucha en tu mirada
ecos que alientan todavía la fe

Son la prueba de que Dios aún existe

Es la marea que bebe mi alma
cuando el agua calla en una lágrima
al fluir de su cauce primigenio.




Manuel Martínez Barcia

SISTEMA UNDECIMAL

*
En la Luz del Cósmos unigénico
con el rostro de dos únicos dioses
pareces dibujar tres existencias,

Semejantes a las cuatro estaciones
de la Quinta Dimensión
entre los signos del sexto sentido.

Y galopas con los siete jinetes
con un pie por vez a doble círculo
en el mito del nueve,

Que armoniza el decálogo de color
del Sistema Undecimal.



Manuel Martínez Barcia

jueves, 11 de septiembre de 2008

miércoles, 10 de septiembre de 2008

PALABRAS DE HONOR

*
Se proyecta tu voz.
Y las formas del eco
gritan silencio

Palabras de honor
reflejan tu silueta
en el espejo

Sólo sombras de ti.
¿Cómo acallar al fuego
tan ciego en tu luz?



Manuel Martínez Barcia

domingo, 7 de septiembre de 2008


SECUENCIAS DE LLUVIA

*
I.


Pudo ser agua la gota en el tiempo,
y llegar aún más lejos
de lo que nunca podría imaginar

Fue al principio un sueño

Luego un paisaje en su mismo origen
mojado por la lluvia

Y la lluvia fue del mar
como sangre en la nieve,
que arde en el origen
de la nada fluyente
y en su seno amanece

Una lágrima de mar,
tomó del agua la sal
antes de ser herida
que naufraga en su herida,

y añora la corriente en que regresa
el goteo del agua a su memoria;

mientras siente la sed en la distancia,

aquella humedad que nunca se olvida
de otra existencia en el mundo inicial,

como la nostalgia que moja los pies
con caricias venidas de la lluvia.



II.


Dichoso el mar que abandona su seno
y acaricia la cima
de espuma adolescente

Entonces, sí. La sal era sencilla,
con los pies de agua y ojos de luz,
que de cielos inmóviles se adueña
y sus jardines de sol

Triste es la desnudez del grito de la sed
de la lluvia que llora
abrazada a su fría soledad

Se desangra la nieve
cuando el deseo se rinde al silencio
en los márgenes ignotos del querer

Y también mueren las olas más altas,
fascinadas por la furia desmedida
de su propia plenitud.



III.


No hay lugar para el juego de la lluvia
en las horas psicodélicas del mar

Se está quemando el agua,
y arde su memoria en la luz mojada
que tras la rebelión de los espejos
sucumbe en su espectro frío y ciego

Y no cesa de llover
en el caos de la demencia de la sal
esposada al furor del que se nutre
mientras fluye el espíritu de la sed

Gemidos bajo gotas de utopía
galopan a caballo de la espuma
que liberan la etnia de las olas
de su tan alucinógeno trance

Y sin música ácida en el alma
se asieron a las manos de la nieve
manantiales de humedad
que lavan las cenizas de la sangre

Y la tenaz insistencia del agua
sólo reclama las huellas desnudas
olvidadas en su propia orfandad.



IV.


Cede el agua mientras callan las sombras
en el himno a la emoción,
donde la luz se desmaya en su eco
y encienden los oasis sus fronteras

No hay ruido, no hay dolor
en el temblor del miedo a la soledad
del último latido que agoniza;

sólo soplos eternos
de suspiros en las gotas de la muerte
que pueblan vida y sangran el vientre
en el umbral de los signos vacíos
que sonríen al partir.



V.


Y después de las lluvias torrenciales,
en el mar que también tiene jardines,
se acentúa el aroma de la hierba
suspendida en las tibias moléculas
del agua que se esposa a su grandeza

Y en ella se respira
el aire de los sueños misteriosos
que se funden en vientos de sí mismos,

y evocan la presencia de fantasmas
que desvanecen en golpes de espuma
los gestos de la ira,

que ya no tiembla; se aclara, y muestra
la calma de los cielos inmóviles
y paz en el origen de la furia.





Manuel Martínez Barcia

viernes, 5 de septiembre de 2008


OLAS DE NEREIDA

*
Ni la luz destellante del relámpago
que arde arrepentido en la tormenta,

ni el último vestigio del naufragio
que aún viaja en olas de nereida,

ni la rebelión de las palabras
en la acústica sonora
del eco misterioso del silencio,

serán señal del extinguido germen
que atrapa al vértigo
en la quietud del invierno.

Desparramado en átomos oníricos
divisaré en la sombra de tu ser
todo el resplandor del centro de pasión.

Y de nuevo te veré
en tu cuerpo de mujer,
que es llama e ilumina
el último delirio.

Y no dejes que se apague el deseo
en la ficción del sueño
que duerme en el solsticio de verano.




Manuel Martínez Barcia

miércoles, 3 de septiembre de 2008

martes, 2 de septiembre de 2008

EmBRUJAdo

*
A veces, tengo la rara sensación,
de que vives desde hace muchos siglos
en el Universo microcósmico
que siempre late desnudo en mi interior.

Y que las emociones tan sutiles
del misterio y su quimera,
se debaten en brotes de existencia
sin puentes ni barandas en su sino.

Ya sé que hemos perdido algún instante.

Que en mis pies lastimados,
aún queda alguna huella de tropiezos
en caminos cegados por la ira.

También sé, que los locos enjaulados,
se proyectan en imágenes de sombra
bajo la luna llena
que esconde a los cielos estrellados.

Pero hay un espacio sin límites
que arranca en laberintos de la lluvia
y en umbrales de signos con embrujos de fuego,

e ilumina mi vida,
apagando las luces del invierno.




Manuel Martínez Barcia

LOS DÍAS Y SUS NOCHES

*
Como un espíritu de la Era-Maya
has vivido en los Arcanos del Tarot
y en el país de las revelaciones,

En otras existencias paralelas
del oráculo estelar

Has venido del misterio sin claves
que se tumba en las rocas impasibles,

E interpretas ancestros calendarios
de un código sin tiempo
que grita en las heridas del silencio

Describes en tus páginas doradas
la sangre que germina en rosas blancas,
y rindes culto a la pasión
en el sol de las frías glaciaciones

Te elevas en intrépido equilibrio
hasta la cima abierta
de tu cósmos de barros intangibles
y aspecto humanizado

Desciendes hasta el más oscuro fondo
las certezas vestidas de unicornios
que galopan desnudos
en travesías de mundos posibles

Y camuflas los vórtices del miedo
ahuyentando de las noches sin final
los crímenes de todo el océano
en las cumbres que asciende tu oleaje

De ti, renace el manantial del agua
que solo, busca en su caudal de origen
aliviar el deseo
en las tierras imantadas por tu luz.




Manuel Martínez Barcia

AL SUR DEL SUR

*
Como un ojo que se une a Machado
retromiro el paisaje
que estalla en el cielo del silente Sur
en los atardeceres del estío

Donde estriba Ronda su serranía
y los montes son llanos

Cuando aún se confunden verde y oro
desnudos entre brillos atrapados

Y de su luz que ignoro quién envía
murmulla el silencio ascuas de sueño
sobre la tierra que asoma callada
el radiante fulgor que del fuego escapa

Y en un póstumo sosiego de esperanza
se describe en su belleza pausada
el día de alma dorada
en su destierro de sed y fatiga.




Manuel Martínez Barcia

A PROPÓSITO DEL SUEÑO

*
No existe el enigma si calla el sueño

Espectros de veloces transparencias
abren prismas de bruma
en la nieve de niebla

Cuando se calla el sueño
cabalga invisible el duende del tiempo
divagando en el núcleo del misterio
que custodia la voz de fantasía

En su mirada ciega
no hay futuro, sólo instantes de magia
en tiempo de quimera que galopa
a lomos de unicornios

Y tras los unicornios,
ilusiones que se esfuman y no están
en las horas que imagina el devenir

Y tú, que vienes cada día del silencio
ajena a la esperanza de las sombras
desnudas al submundo de deseo

Y yo, te miro con ojos cerrados
en el umbral de signos
donde la noche y la luz se dan cita

En la ficción de un espejo de sueño,
tu cuerpo es de pronto una fuga
y algo eterno de secreta sinrazón
aún ata tu delirio a mi memoria.




Manuel Martínez Barcia

ES DULCE TU PALABRA

*
Pienso en ti tan lentamente
que oso pronunciar tu nombre
en sílabas inversas
que no se pueden juntar

Es dulce tu palabra
mojada por la lluvia
para volverte a nacer

Eres soplo desnudo en la burbuja
que se abraza al aire de luz trémula

Eres rumor de un latido
que descansa y resucita
en la magia imposible de la sombra

Eres único fulgor de una estrella
ardiendo en su deseo de libertad
las noches rojas sin viento

Y en incendio que eres
circula la sed en gotas de sangre
para quemar un jadeo anhelante.




Manuel Martínez Barcia

CONCLUYE TÚ EL POEMA

*
Acéptame sin fin
y amordaza
el grito del sueño

Enséñame a ser ciego
en la locura

Mátame si quieres
antes del ocaso
donde se alza el deseo

Y cuando
me extinga
aprende a incendiarme

Llévame hasta el sur
en la sal de tu lengua
que no sacia la sed

Y si en temblores
quedáse sólo el humo
de un fuego traicionero...

Concluye tú el poema
de versos prisioneros
que roba el celo.




Manuel Martínez Barcia

ODISEA DEL ESPACIO

*
Marte empuja a la ambición,
y corteja al deseo de conquista
en redes de aureola misteriosa
que atrapan en su fuerza luchadora

En cambio, Plutón me conduce al genio,
al trabajo incansable,
y acentúa mi conciencia del deber

Su influjo me ata a los seres que amo,
y me nutre de inagotable pasión
a pesar de su gran carga sexual

Como signo de dualidad extrema,
carezco de equilibrio
en el puente que me une a los astros

Por eso giro en mi propio universo,
carne y apetito entre tierra y cielo

O inventando el tiempo en el contratiempo
de las horas de puntos suspensivos
que descubro en la cresta de una noria

Y si no encuentro tu alma en mi existencia,
tu risa en el camino,
tu cuerpo en la corriente del insomnio...

Entonces, solo, gravito en la forma
abrazado a mí en tu otra dimensión.




Manuel Martínez Barcia

DIARIO DE UN VIOLÍN

*
Traigo al mundo una vida de avatares,
sin madre, ni siquiera rasgo hembra,
sólo el código genético de un dios
que susurra desnudo en el deseo

Mientras, el futuro ocurre sobre ti

Acaso en la resurrección del sueño,
misterio y ardor. Arrebato del ser
que cruza el umbral y simula muerte
con boca de agua en mirada de sed

En el alba donde no nieva nunca
y tampoco hace calor

Cada átomo de nueva energía
se somete al espíritu salvaje
que nunca será manso,
ni estéril el amor aún somnoliento

Con solo ir de la mano de las cuerdas
se puede hacer llorar a la madera,
como la parábola de un náufrago
en su canto del diario de un violín

Que de lágrimas desata la euforia
en todos esos sitios
que pueblan a sus ríos de la lluvia
con torrentes de sonido emocional...

que ahora musita el viento
en brisas de cadencia libertaria.




Manuel Martínez Barcia

EN TU CUERPO DE DIOSA

*
Lejana y sola haces los caminos
como hechizo de luna
a galope de la luz por montura

A través del sendero
tiendes puentes en espejos de sueño
y llevas su reflejo a la materia
que proyectas en tu sombra más hembra

Y allá arriba, donde brota el silencio
voy contigo hacia el críptico misterio
cuando nadie atestigua el estiaje
que vertemos del agua en su agonía

Con tu ausencia en mi orilla
no habito en la esperanza de mí mismo
ni camino en la espalda de la noche

Porque ahora estás desnuda tras la luz
con abrazos que unen mis acordes
en ímpetu de entrega

¿ Y cómo quieres que me crea inmortal
si en tu cuerpo de diosa
mi alma amanece cuando despierta en ti ?...




Manuel Martínez Barcia

ALMA MEIGA

*
Pernoctas en delirios del ensueño,
y calzas mis alas, prestas a volar,
en el aire que flota de tu aliento

Fluyendo como un mágico conjuro
que me atrapa en el seno más profundo
de los mitos, hechizos y leyendas

Y cuando el alba diluye las sombras
se percibe un aura azul

Y mora tu alma meiga en transparencia.




Manuel Martínez Barcia

lunes, 1 de septiembre de 2008


SOY YO

*
Hay un tipo tangible junto al fuego
con quien respira sin nadie tu candor
perfumes de inocencia

Con quien canta la voz de un eremita
la música en tu forma que seduce
la partes invisibles del misterio

Soy algo extraño en la magia de tu luz
que se quiebra en símbolos fantásticos
de lluvia en un pequeño laberinto

Sombra soy de piel desorientada

Locura de asceta

También memoria
que no habita en el sueño

Paraíso e infierno...

Soy yo.




Manuel Martínez Barcia

CON TU SOMBRA A MI LADO

*
De las ruinas del mar,
desnudas el naufragio de la vida,
pálida y fría su herida de luz
con tu sombra a mi lado.

Yo soy el otro lado del espejo,
tan lejos de la imagen que deserta
al silencio de las grietas de otoño,
tan cerca de sembrar ninguna tierra
con los frutos de amor ilimitado.

Estoy donde confluyen ciegamente
reflejos sin destino,
donde beben las aguas de los cuerpos
como almas sin sed de soledades.

Es inútil que los mares se escondan,
que las lluvias emigren a desiertos lejanos,
porque yo tengo un hada,
los sueños de los cielos que me llegan.


A mi Sorguiña.




Manuel Martínez Barcia