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miércoles, 30 de junio de 2010


MIENTRAS ARDE EL SILENCIO



Acércate,
y deja que mi hambre se apacigüe
con sobrecogimiento en tu temblor

O aléjate despacio de mi boca.
y grita la existencia de nosotros
mientras gime la lluvia en tus labios
el éxtasis del mar
con espasmos de voz en rompeolas

Y seamos del clamor que se avecina
la fuente sepultada en las entrañas
que es luz de inundaciones en tu vientre

Y el vértigo desnudo que me quema
mientras arde el silencio.



Manuel M. Barcia

martes, 29 de junio de 2010


ADORO A MI PEQUEÑO SALTAMONTES



Le chiflan los helados y el limón,
recubierto de azúcar,
quizá porque el amor sea agridulce;
o tal vez la pasión, en ocasiones,
haya de devorarse sin rodeos
para ser un epílogo ardiente
del fuego que perfora el interior
si abrasa el delírio de lo amado

Así es mi pequeño saltamontes,
un amigo sin nombre,
la historia de una fábula en mi mismo
que forja su leyenda
al borde de una roca verdi-azul
cuando el mar es reflejo en su mirada

¿Y qué pinta un ciempiés
en esta antología del silencio
que trae la locura hasta mis sueños?...

Es algo surrealista
mirarle caminar
con calcetines rojos
tan próximo el verano

Sin embargo, es parte primigenia
del tiempo contemplado en la niñez
cuando el mundo aún no era voltereta

Y siempre aparece
cosido a un zapato de tacón
con brillo acharolado y al revés

Y muy cerca del mar,
tan cerca, que sostiene las orillas
madejando sus olas con ternura,
para hacerle un abrigo
que cobije al rigor de los inviernos
con las nupcias del frío y la sal
en el cálido abril mediterráneo

A veces, es silueta de mujer,
y es difícil no amarla,
no ser de su belleza
un simple admirador de amaneceres
con pájaros que vuelan imágenes de paz

Un espejo adorable
con Venus como estrella
del cielo en plenitud.



Manuel M. Barcia

domingo, 27 de junio de 2010


EL SÍNDROME FEBRIL DE LA MEMORIA



Perviven todavía los cálidos recuerdos.
Costuras de nostalgia con piel de soledad,
que de tu sombra hiere, los días que exístias
orgullo de mi carne, tallada en desnudez

Memoria prisionera de la luz del ocaso.
Silencio entre lo ardiente del cuerpo que respira
los fulgores del viento que al verano se abraza
y quema las entrañas hasta el último aliento

El aire aún te sostiene, y por mi derramada,
como lluvia que busca un mundo de cristal
donde pisar descalza la desembocadura
del agua suspendida bajo nubes de sueño

Sin embargo, me duelen las brasas apagadas
que bajo mis zapatos aceptan las cenizas
holladas con el peso sembrado por la muerte
cuando sólo mi llama es humo de la hoguera

... y el espejo amanece, cicatrices de fuego.



Manuel M. Barcia

LA PATRIA QUE NO TENGO



Fue patria lo que tuve
entre mi corazón y tu alma entera;
y el cuerpo astral de ti
se alza en la frontera del exilio
con alas que no vuelan
el sur de los amantes desterrados.



Manuel M. Barcia

sábado, 26 de junio de 2010


LA MAR EN TUS PISADAS



Tus huellas envejecen en la arena
los días que sostienen la memoria

y rozando tus pies hasta los muslos
florece clandestina
la mar en tus pisadas
con el suave oleaje de mis manos.



Manuel M. Barcia

EL OJO DEL BÚHO



He visto como tiembla tu mirada
forjada bajo párpados de acero

Tan sólo fue un instante de intuición,
tal vez una señal de buen augurio
con la vaga promesa
de ser un vaticinio por venir

No conoces mi alma,
ni la luz abrasada por la noche
que habita en su secreto

Sin embargo, penetras mis pupilas,
hilando pentagramas de metal
allí donde la música es olvido

Y traspasas el iris del silencio
devorando mis ojos
con tu gesto inmutable de quietud

Y con la soledad de los cautivos
declino ante el insomnio que me atrapa
la letra interminable de un poema,

donde eres la imagen del destino
y el ave con la mística figura
que vuela sin plumaje mis quimeras.



Manuel M. Barcia

viernes, 25 de junio de 2010


CON EL ALMA VARADA



Pensé que la poesía me bastaba,
que amar era sencillo,
que el hecho de escribir mis sentimientos
no supone un reflejo de la vida,
sino un rito de luz en las palabras
que emergen de los sueños con voz propia

Porque sólo los locos,
creemos que soñar es algo hermoso,
que no sirven de nada
las críticas mordaces de la noche
cuando tiende su arco de existencia
con ángeles de sombra
que planean la duda bajo el cielo

Y busco un atajo a mi niñez,
apenas advertida de los males
que turban los instantes de inocencia
cuando se abre el laberinto sin salida

Tan próximo a las puertas de mi alma,
siento como se abrazan los amantes,
descubro los enigmas
que siguen lento curso de nosotros
ansiando todavía ser promesa

Y allí donde no llega el pensamiento,
se siguen recreando
mis juegos inmortales de poeta,

el eco que imagina
latir mi corazón
mientras soy creador de lo ilusorio

... y tú aún por hacer.



Manuel M. Barcia

miércoles, 23 de junio de 2010


MI SOMBRA Y YO



Compartimos la edad y las costumbres,
las fechas más vacías de calor
y una luz fragmentada en dos partes
que se abraza a su sombra
cuando huella el desierto tras sus pasos

Es muda la palabra entre nosotros,
incapaz de existir con su lengua en tu boca.

El silencio es metáfora en los dos,
sin embargo nos busca,
y es como una voz incomprendida
que respira sinónimos sin nombre

En los días sin sol
mi ego metafísico te porta,
y así somos la unión irrenunciable
de aquellos que caminan siempre juntos,
idénticas pisadas,
sandalias, uña y carne;

la fuente y las acequias de mi cuerpo
fingiendo ser la sed en tu condena.




Manuel M. Barcia

domingo, 20 de junio de 2010


EL DUENDE QUE SE RÍE DE NOSOTROS



El duende que se ríe de nosotros
con gracia y buen humor revolotea
la forma de anunciarnos
los signos que desnudan la conciencia
cuando a solas cruzamos las palabras

Y en sus majaderas acrobacias
esconde un paréntesis decente
con los sueños escritos
que dicta el corazón sin darse cuenta

Y tras nuestros encuentros apacibles,
gira sobre sí mismo
toda la fantasía que nos une
para ser un planeta del silencio

Y en su órbita, insomne,
recrea con estrellas
la luz que nos incendia sin saberlo.


Manuel M. Barcia



(Por muy extraño que parezca, este poema está inspirado en el mar y en la roca que a sus olas se encarama...)








EN ESPACIOS DE HUMO



Costuras de mi mismo resucitan
en espacios de humo
que laten la pasión de las hogueras

Acaso sólo tú
seas agua del aire
en mi tierra de fuego

Y yo la confluencia de nosotros
atados por el éter invisible
cuando gime la nada.


Manuel M. Barcia

sábado, 19 de junio de 2010


DIGNIDAD NO SE ESCRIBE CON BABA DE MENDIGO



El rojo, el amarillo y el gris
se mezclan confundidos con la sombra

La luz no se mendiga.
Emerge de los sueños en color
sin súplicas de sed en mansedumbre

Son múltiples las formas de belleza
que caben en la imagen del deseo
sin vómitos de tinta nauseabunda
que tiñen de silencio el interior

Dignidad no se escribe
con baba de mendigo,
ni brotes de saliva
con necia terquedad en sus razones

Cuando nace un poema,
cuando un brillo inocente
ensancha el corazón de las palabras
y llena el universo de esplendor,
los propósitos cambian,
y cambia cada gesto de bondad
con falsa gratitud en los fervores

Porque su alma nos llena,
porque un dios de su mano lo sostiene
y con letras de oro encuaderna
el goce de sabernos
humildes mensajeros de sus dones

pero nunca redime
miserias que con fango se coronan.



Manuel M. Barcia

viernes, 18 de junio de 2010


CORAZÓN SALVAJE



Algo extraño te ocupa
desandando el pulso del recuerdo

Y lo extiendes por mi,
como magia solemne
que sueña ser amor a sangre fría

La llenas de nosotros,
y tiemblas su alimento en mi carne
con despojos del tiempo adormecido
que late a ritmo lento en mi memoria

Y llega hasta mis labios
el sabor de la lluvia
que tus besos traían entre aromas de miel

Y vuelvo a conectar el marcapasos,
mientras sobre mi pecho resucita
el flujo coronario del silencio

... y salvaje te llevo.



Manuel M. Barcia

domingo, 13 de junio de 2010


APRENDIZ DE LA NADA



Busco la perfección y no la encuentro

El duro aprendizaje de lo inútil
no me mantiene a salvo
de los innumerables detractores
que adulteran mis sueños
con leyes enunciadas por las sombras

Sin embargo,
soy cómplice del acto
de penar cada error de mi conciencia

Ser mártir de mis dudas
conserva la existencia perdurable
al margen del recelo de los otros

Y eso es suficiente
mientras se tambalean mis cimientos.


Manuel M. Barcia

sábado, 12 de junio de 2010


EMBRUJADA ...


¿Qué será de nosotros
cuando sólo el silencio nos contemple
en tu alma desmayada?...

¿Y dónde burlaremos el asedio
del deseo que alienta
los besos que libertan al orgasmo?...

La luz de tu espejismo, acaricio,
mientras pido al oráculo que vengas
vestida con la piel de las vestales,

de su hechizo
embrujada...



Manuel M. Barcia

*** NI ROJO NI OCRE *** No quiero ser estrella de color



A través del espejo que me mira
hay días señalados de amarillo
que brillan todavía los recuerdos
del Narciso que ahora me desprecia

Detrás están las luces del verano,
las horas que sin luto discurrían
jugando a ser materia en los colores
que nunca envejecen
si tienen resplandor en los cristales

Y en esta sombra tibia
que la noche refleja entre mis ojos
hay un trazo de gris que se rebela
en contra del otoño desolado
que llena de silencio mi silueta

No quiero ser la piel del estrellato,
ni ver coloreado mi talento
con la palabra escrita
a instancias de conductas ordenadas

Maldito sea el tinte de la sangre
que destila sus gotas
tan cerca de mis letras apacibles

Y benditos aquellos
que quieran solamente la simpleza
del rojo desvaído en el color
cuando sangra un poema la tinta de lo amado
celebrando su ofrenda sin heridas.


Manuel M. Barcia

domingo, 6 de junio de 2010


EL ORIGEN DE MIS RESTOS MATERIALES



Me da mucha pereza
buscar en todas partes
la vida que perdí de juventud
queriendo ser más viejo que mis años

Y el tiempo que gané sin recompensa
al ciclo que regula las edades
siendo del porvenir sólo una muestra
de como se equilibra un saltimbanqui
tendido en su memoria libremente
haciendo acrobacias con las horas
que fueron del pasado arqueología
y origen de mis restos materiales.



Manuel M. Barcia

jueves, 3 de junio de 2010


TENGO ALGO DE MI QUE QUIERO DARTE



Te busco en la materia que no existe,
en medio de la nada y entre el gentío
que sueña en la negrura del silencio
la muda irrealidad de lo impasible

Te busco en mis quimeras
con un dintel de luz sobre mis ojos,
con el sol por los cuatro cardinales
que a las sombras engaña
abriendo las compuertas del vacío

Tu búsqueda es tenaz y ocupa todo.
Tengo algo de mi que quiero darte;
te traigo mis dos alas
capaces de volar la noche entera,

para desperezarte,
para alcanzar contigo
todo lo que se abraza al deseo

Y ser parte de ti sin conocerte,
tu alma sin cimientos,
la brújula sin norte que al enigma señala
y gira nuestro ardor en compañía.



Manuel M. Barcia