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jueves, 31 de marzo de 2011

AFUERA SÓLO HAY FRÍO

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Siembro con rebeldías los surcos del destino,
para gritar después, con acordes de furia,
palabras que desbrozan el silencio
que anida en lo incompleto del binar.

A veces soy fermento de los sueños
y el títere da vueltas en mi sangre,
muñeco sin cordón umbilical
que mi muerte sostenga.

Y no valen reclamos de clepsidra,
ni mantas que socorran al espectro de trapo;
afuera sólo hay frío
y un viento que descarna marionetas
con saña enloquecida.

Sin embargo, aún presiento lo tangible que fui,
lo inútil que resulta
ser mar enardecido
cuando tú eres la calma y me acaricias...

Lo libres que se mueven las amarras
cuando estamos cosidos
al tiempo que respira en nuestra playa,

el pulso del naufragio.



Manuel M. Barcia

LA ALQUIMIA DE UN POEMA

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Primero es un sonido inexplicable,
frecuencia en la intuición,
anárquicos bocetos de locura
dentro del pensamiento.

Después una existencia superior
transforma la energía en sencillez
y da voz al poema.

La mente se corona de palabras.
Y tan sólo al final
la fábula es dictado
de rimas con estróficos requiebros
en las revelaciones.

Y luego todo vuelve a ser un sueño,
un símbolo durmiente
en lo filosofal,

deseo y fantasía,
la musa que se fue.




Manuel M. Barcia

martes, 29 de marzo de 2011

BRILLAS SOBRE EL AZUL

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Como un beso en la herida, hoy vuelves a sanarme,
trayendo a mi desánimo tu voz,
el vínculo vital que nos unía,
corazón de algún dios, promesa inextinguible.

Tu brillo aún resplandece azul, intacto,
si hablamos de ese tiempo que se mide
en hojas de almanaque, con sus noches,
porque allí no nos caben las tristezas.

¿Recuerdas el viaje
que juntos planeamos
sin más equipamiento que un sueño de cristal?

Quizá no sucedió.
Pero fuimos hermanos de locura
y ángeles sin sexo en el amor,
los náutas de las naves siderales
que tienen por destino la amistad
más allá de universos conocibles.

Hoy traes a mi sepulcro en soledad
reflejos de tu luz,
lloviendo sobre mí con el rocío,
y al amigo cercano
que nunca olvidaré mientras exista.



A Ramón Pareja, mi mejor amigo.



Manuel M. Barcia

INDÍGNATE AVARICIA, SUBLEVA!

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¿A dónde se habrán ido los sueños de ñiñez?
¿Será el semblante fútil del espejo
su invisible quimera?

A veces falseamos realidades,
acaso por librarnos de temores y culpas;
para desenfrentar los pensamientos
del juicio en conciencia.

No queremos saber.
Preferimos vacíar los calendarios,
saltar por los relieves de la sombra
y asilarnos ocupas de otro ayer.

Pero nadie resulta imprescindible
cuando Nunca Jamás
transforma en laberinto la utopía
y siembra en los años desventura.

Tan sólo los que aran avaricia
se aferran con tesón a lo indeleble
que de las biografías,
nunca podrá escribirse:

La edad en que se plantan los metales,
cosecha del apego a las riquezas,
crepúsculo del hombre,
codicia y epitafio de la nada.



Manuel M. Barcia

lunes, 28 de marzo de 2011


HOLGANZA DE SER LIBRE


Descalabro que trepa lo apacible,
silencio con voz propia,
eslabón del deseo sin nada que me amarre.

Simple-mente, por ti, mi alma herida.
Holganza de ser libre.


Manuel M. Barcia

domingo, 27 de marzo de 2011


RETRO-PENSATIVO


No tengo para hoy ninguna entrega;
he dado a mis quimeras
vacación y descanso.

Mantengo mi conciencia vigilante de mí,
y sin decir ni una palabra.

Me voy a ser un niño y después vuelvo.


Manuel M. Barcia

MI ROL TIENE DOS PUERTAS



A veces necesito idear
un rol de soledades con dos puertas.

Evadirme y ser máster en la ausencia,
actor protagonista,
el yo interpretativo e incorruptible
del azar y lo abstracto.

Y antes de ser cómplice del juego
dejo de mendigar destinos acabables.
Y siempe vuelvo a ti,
transformado en quimera,

sin saber si compito
o soy tan sólo arcano de mi vida,
zodíaco otra vez
o cábala de amor sin compañía.



Manuel M. Barcia

sábado, 26 de marzo de 2011


LA ÉPOCA DEL MIEDO



A casi un infinito tras de mí
se quema el origen de mi patria.

La luz del universo
adensa el espacio que separa
el reino vegetal, de los glaciares,
oscura y más en vilo a cada instante;
escenario de aquello que avecina
la época del miedo
cuando el sol amanece imperturbable
en días del infierno.

Tan sólo queda un halo entre las sombras,
la memoria del sueño
que Gaia extendió para los hombres
en su naturaleza.

Y ellos, espesura, bocanada en la noche,
lejano paraíso de la tierra,
la plegaria más triste,
rezo de maldiciones.



Manuel M. Barcia

OPERA PRIMA



Ingenua y todavía adolescente,
me atrapas en la nube
con lluvia interminable de deseo.

Somos la irrealidad
del vértigo que impulsa nuestros cuerpos
hasta donde el ardor es la simiente
de los escalofríos.

Resuenas el silencio de vestal
con ensueños de luz,
y lates la extinción de tu mirada
en visiones de sol que palidece
bajo un mar de galaxias.

Tu boca en mi boca
recita un sortilegio en lejanía
con versos de placer
y un susurro apenas comprensible.

De tu aliento se alienta mi esperanza,
la raíz de otro tiempo
con música que suena y no es oída,
la voz ensimismada de tu canto
en la Opera prima

y el venero inaudible de nuestra inocencia,
los besos sabor cielo.


Manuel M. Barcia

viernes, 25 de marzo de 2011


ANÓNIMO Y SIN MÍ



Mi pensamiento duerme
y mis sueños también...

No hay pulso en mi razón,
tampoco fantasía...

No habrá quien ponga nombre a este poema.
O acaso él existe;
como el Fénix que muere
y en lágrimas de fuego resucita,
anónimo y sin mí,
volátil, invisible,

alas incandescentes y ceniza,

un imperio de sol
y renaciente.


Manuel M. Barcia

miércoles, 23 de marzo de 2011


NO HABÍA NADIE...



Alguien me acarició
con semillas de tuétano en el alma.

Miré a mi alrededor,
no había nadie...

Pero sé que jugabas con el viento
al ángel que se posa en la conciencia
de los enamorados.


Manuel M. Barcia

EL VIENTRE DE PANDORA



Pandora me mostró los bienes y no males
ocultos en el mito-realidad
del ánfora que fluye semiyerta
la sed de la esperanza.

Había soledad y resonancia
de algún sueño inmortal;
columnas de un palacio a medio hacer,
oscuros ventanales de silencio,
los vidrios con ojeras,
y el polvo ancestral de los espacios
con abismos de arcilla,
que elevan hasta el púlpito a los dioses
cuando los panegíricos de amor
se dictan en voz baja.

No supe resolver
aquel tan enigmático misterio
que había en su interior.

Tan sólo reverberan los sonidos
del eco de mi voz en sus entrañas:

"No hay resurrección, tampoco muerte."

Y mientras la cincelo en mi memoria
con música de olvido

y la litografía de una rosa en el viento.


Manuel M. Barcia

martes, 22 de marzo de 2011


ALONDRA Y PRIMAVERA



Al sur del equinoccio te originas,
contravuelas abril,
alondra y advenimiento del amor,

otra vez primavera.


Manuel M. Barcia

SECRETOS DE AMANTES



Te podría escribir,
con sílabas del alma,
mil versos de un amor irrenunciable.

Pero mi diccionario está vacío.
Ya no quedan palabras,
tan sólo algún residuo del lenguaje
que robé de la prosa para editar la luz
cuando no envejecía tu epitafio.

¿Qué fue de los vocablos
que hicieron cercanía
los destinos sin nombre?

Algo en el corazón
se quebranta y sucede
cuando el último stop
detiene un telegrama:

Pon fin a nuestra historia,
deletrea el no-tiempo,
ahora escribo sombras
con secretos de amantes.



Manuel M. Barcia

ESPECTROS DE LA GUERRA



El rostro de un cadáver me observa fijamente,
hay dolor en sus ojos,
señas de identidad del sufrimiento,
de sangre y de violencia,
la huella inconfundible de los surcos del llanto,
la fibra de la muerte en su silencio.

Y yo he de fingir
fantasmas en mis sueños.
Mi alma fue agredida por la noche
con espasmos de excusa,
con pánico infinito a las tragedias.

No puedo convercerla de que acepte
los crímenes de guerra.

Y arde de recelo, se avergüenza,
y es cautiva, conmigo, del insomnio,
cicatriz de mi herida,
suicidio en mi carne.



Manuel M. Barcia

domingo, 20 de marzo de 2011


CON SÚPLICAS DE NADIE



Oh cosmos estrellado!.
Permite que la luz
sea en el desamor
un cielo nunca visto
de blancas intenciones.

Porque nada es morir y viceversa.
Un abrazo fetal de sombra-sueño
que impide despertarme

y como un penitente me acompaña,
con súplicas de nadie.


Manuel M. Barcia

DESÓRDENES DE LUZ



A veces soy remiendo de conciencia,
apenas pensamiento,
imagen que trasciende de los días sin tiempo.

Deshecho del crepúsculo fugaz
las sombras que no quiero.

Y siembro en el otoño
desórdenes de luz y crisantemos.

Equidisto noviembre,
entre instintos de mí y primavera.

Renazco en el alma de un delfín.

Y soy el equinoccio de un recuerdo,
con el halo inmortal,
meteoro que refleja
el brillo de la noche
cuando el eco de un dios
me ciega de silencio

y mi aura pretende.


Manuel M. Barcia

viernes, 18 de marzo de 2011


JARDINES COLGANTES



Trepé la semisombra de la hiedra
y no encontré la flor...


Acaso esté regando los parterres,
realzando el jardín,
sembrando en la raíz de Babilonia
incienso de mujer en medio de la luz,

sentada sobre nubes
que mecen a la lluvia
con vaivenes de sueño

que al deseo recrean .


Manuel M. Barcia





Manuel M. Barcia

YO SOY, PERO NO EXISTO



Yo soy mi propia imagen-narración,
un shock de vanidad,
dilema en el oficio de vivir,
discurso electoral sin esperanza.

Y confieso que soy pero no existo.

¿acaso importaría?.



Manuel M. Barcia

LA EXTRAÑA INVESTIDURA DEL ADVERBIO



El adverbio copula en la palabra
de forma heterogénea:

....................................... ahí

................................................ mañana

............................................................................... tarde

..... cerca

h
o
y


... según se relacione.


Modo circunstancial en el discurso,
siempre es protagonista,
y afirma, niega, duda...


......... ciertamente
................................. tampoco

... quizá
.............. posiblemente


a lo mejor, acaso.


Él sólo quiere ser muy dependiente,
una nación entera
capaz de asilar a un adjetivo,
a un verbo, a otro adverbio

............................... según

..................................... dónde

........................................... cómo

................................................ cuándo

....................................................... por qué



Él puede usar bigote o canalillo.
O un ente invariable en la oración,

sin género, sin tiempo.



Manuel M. Barcia

miércoles, 16 de marzo de 2011


ALGO DE APOCALIPSIS MANA EN TOKIO

(Mi alma con el pueblo de Japón,
y el puño enarbolado, contra el hambre y la guerra)




No importa lo que somos.
No hay vínculo que una el existir
con la raza o la herencia.

Tan sólo una semilla nos separa
del cultivo del mal,
humanos o salvajes,
según en cada tribu el adn
conserve identidad,
un signo de realeza y un corazón
que latidos del alma serpentee.

Y la sangre no sea
la sed y el bebedizo
causante de la guerra,
genocidio sin fin,
estúpido temor del holocausto,
ardor del inocente,
ceniza de la hoguera.

Y del hombre, suicidio,
visión apocalíptica del fuego.

El pánico en el horno nuclear
cuando Gaia maldice
los átomos de uranio en sus entrañas,

vomitando tsunamis
y escapes radioactivos por la herida.


Manuel M. Barcia

EL ÚLTIMO CAFÉ



He sentado la sed de mis dominios a la orilla del mar;
viendo pasar el tiempo, la humedad de la gente
bajo los los nubarrones de negra soledad
que flotan en las huellas de sus itinerarios.

Eso tiene la vida;
te la puedes beber en cántaros de nadie,
llena de lluvia y miel,
o agria como un sorbo de marea
en la tasca del puerto,
latiendo libaciones o naufragios
mientras viene algún verso que me guíe.

En este transitar de seres sin destino,
mi alma se refugia en una esfinge.

Y busca en los enigmas mi consuelo,
traspasa laberintos,
viaja mi existencia en utopías,
traspone los desiertos
y burla con sandalias la ruta de mis pies
y los ojos descalzos en un mundo de ciegos.

Y solo en espejismos de penumbra,
vuelvo hasta Alejandría,
codifico un poema

y tomo ya mi último café.



Manuel M. Barcia

martes, 15 de marzo de 2011


BROTAN LOS UNIVERSOS



No escuchaste mi voz de catacumba.
No viste los relojes detenidos
en las horas que muestran libertad,
apenas contraluz en el ocaso.

La sombra de tu risa me persigue,
maquina en el invierno mi existir,
como una maldición de siglos perdurables
en cólera de lobos
y hienas con colmillos de marfil.

Soy viento en las edades sin historia,
pretérito lugar, evocación,
patria y peregrinaje del pasado,
espejo en la memoria de los sueños sin nadie.

Soy eco adormecido de la tierra salvaje
que un grito ha de latir bajo la piedra,
y después un gran fuego,
un parto de ceniza, la humedad de su vientre,

el pulso creador de lo fecundo
que a mi sangre acompaña
cuando brotan del mar los universos

... y la lluvia es estéril.


Manuel M. Barcia

lunes, 14 de marzo de 2011


NEGRA SOMBRA



Se unieron en el aire
las voces sin palabra.

Y el eco de la nada se hizo viento,
negra sombra después,

urdimbre del tejido de la noche
y del verbo la estera.


Manuel M Barcia

domingo, 13 de marzo de 2011


LA MÚSICA SUCEDE



La música sucede
sin atisbo de huellas a su paso,
melódica, sutil,
caricia inevitable,

como un niño que juega en el sosiego
y del viento levita
sus imaginaciones.


Manuel M. Barcia

ESTADO DE COMA



Interpones querella contra mí,
como un tiempo de sombras.

No duerme mi pasión en el olvido,
no soy en el acecho de la muerte
decisión ni espera.

No hay materia en el sueño,
tan sólo la silueta de un instante;
como un truco de magia
burlado por la luz en el hechizo,
culpable de la noche sin recurso de alzada.

Como una imagen triste del deseo
en estado de coma.


Manuel M. Barcia

POE - VIDRARIO



Si habitamos la luz,
siempre amaneceremos en lo eterno,
seremos en la voz de la palabra
silencio perdurable.
Y en su verbo, ventana,
espejo que trasciende lo que somos,
y la musa dispone
en cada poe-vidrario.
Manuel M. Barcia

viernes, 11 de marzo de 2011


BRUJERÍA



Hurtaste de la magia
el tiempo que nos hizo de la luz.

Y ahora es todo caos,
imagen de abstracción,
ilusionismo,

un truco nigromante,
acaso brujería...

tu perfil más oscuro
fingiendo invisible mi materia.



Manuel M. Barcia




NO ME PIDAS PERDÓN



Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice... yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias... de libre albedrío.

Baruch de Spinoza


No me pidas perdón.
No hay signos de los dioses ni escrituras
que puedan absolver
a un vientre tan sumido en el pecado.
Busca dentro de ti,
allí encontrarás el paraíso,
un ángel del Edén que te bendiga,
el milagro de ser lluvia en el fuego,
el rezo que comulga los placeres
del clímax que te inunda,
mientras yo soy plegaria en tu destino,
murga, credo, cipreste de abadía,
Averno si es preciso en tu lumbre,
o el ardor aún más hondo
cuando seas mujer en mis cenizas.
Manuel M. Barcia



HOY BALAN EL SILENCIO LOS CORDEROS



Hoy balan el silencio los corderos,
firman en mansedumbre
las páginas de un libro con umbral
de una luz desteñida...

Es árida la voz que las imprime,

infértil su p
.................. a
..................... l
....................... a
.......................... b
............................. r
............................... a

coronada de viento
y hambre con estómago vacío.



Manuel M. Barcia

CÓNDOR



Encumbras sobre el aire tu sustento,
volando soledades con rapiña
por entre las llanuras de campiña
para sobrevivir con su alimento.

A veces gritas voz de parlamento,
acallando el motivo de la riña.
Y haces de los buitres una piña
cuando es quietud la presa bajo el viento.

La calma de los cielos te hace ser
el guardián de los Andes, con alteza,
vigía permanente de su historia.

Intentas sin embargo renacer
los días coronados de belleza
en el reino extinguido de tu gloria...


Manuel M. Barcia

jueves, 10 de marzo de 2011


HIPÓTESIS DE SUEÑO



A veces me pregunto
por qué la Poesía
hace suyo y servil
a un tipo tan prosaico como yo.

Tal vez porque madura en mi existencia
un árbol del deseo,
la savia de sí misma en mi dolor...

O acaso no existamos
y me ama,

o sólo es hipótesis de sueño
y de noche
me abriga.


Manuel M. Barcia

miércoles, 9 de marzo de 2011


IRIS DE LA NOCHE



Mi mente fluye ingrávida en tus ojos
cuando nada sostiene
los párpados que huyen de la luz
y presagian destierro.

¿Quién sino robaría un pensamiento
con sólo desnudar una mirada?

¿Y quién disfrazaría como tú
las nupcias invisibles
que arden en la amnesia del deseo?

Sustraes de mis entrañas libertad,
sutil y carcelera;
haciéndome un esclavo
con dominio del amo que sostiene
la espada y el yugo
bajo la intensidad de la derrota.

Y aunque ciegues mi rumbo,
aunque venga el temblor de la venganza
sumiso de tu vientre
condenado a ser llanto en el delirio,

contemplo en tu sombra la altivez
que camina hacia dentro,
mientras otros sentidos
descosen tu armadura y conspiran
con iris de la noche y antifaz.

Y somos un paréntesis del sueño
en sus revelaciones.



Manuel M. Barcia

martes, 8 de marzo de 2011


EGOLATRÍA



Lo mucho que te amé
carece de cualquier significado,
si tengo que aprender a ignorarte
cuando eres finita y desamor
en la imagen de ti que aún venero.

Ahora soy plegaria de un espectro,
un alma en extravío sin historia,
un adiós consentido,
lenguaje asexuado de un fonema.

La duda inalcanzable y sin final
que siempre se despide
abrochando el único botón
de su egolatría,

ojal en la codicia del deseo.


Manuel M. Barcia

lunes, 7 de marzo de 2011


ENTRE-MECES LA OLA



Por entre los jardines de coral
llenas de juventud su madurez,
entre-meces la ola
arriba del silencio.

Das rumbo celestial a las mareas,
hospedaje y dulzor,
cobijo cada noche,
para pintar la luna en su reflejo.

Y luego el colorido, la caricia, el clamor,

mientras tú pastoreas
los vientos verdiazules de levante
con paisajes de otoño

y tintas las estrellas de rocío.


Manuel M. Barcia

domingo, 6 de marzo de 2011


LLUEVE



De lágrimas vertidas por la diosa
eres aire sin viento
y cáliz de la sed en mi sequía.

Contigo no es difícil
ser fiel a la esperanza del destino
que sueña el corazón de los ausentes.

La luna entre las nubes se hace eco
de lo etéreo que vuela
en fuentes de sonido que manan de tu voz.

La música del trueno
decide desnudar su melodía
vistiendo a la luz de los arpegios
con octavas menguantes
y un susurro de ti por instrumento.

Y eres partitura
y nota de silencio
cuando el sol relampaguea

y llueve.


Manuel M. Barcia

ANOCHECES MUJER



Anocheces mujer,
aceite sobre azul y acuarela.

Y forjas en las venas de la luz
monólogos en ciernes,
instinto y creación,
vientre de poesía.

Pasión de amanecer
con un verso en los labios
y el cabello esparcido en la noche:

Ensueñas un poema!


Manuel M. Barcia

sábado, 5 de marzo de 2011


DENTRO DEL FUEGO



De nada vale aullar la soledad
cuando gime la luz
la lumbre de la hoguera.

Cuando mueres en mí,
el ruego es todavía
planeta inextinguible, sombra, sol,
espacio en tu fulgor,
reproche de exterminio.

El tiempo del amor
es ceniza y delirio,
abismo y renacer,

metáfora de incendio
cuando el viento es febril
y la llama te mece
con fuego abrasador en el origen.


Manuel M. Barcia

jueves, 3 de marzo de 2011


LETRAS DE ANTI-ALBA



Provienes de un entorno sin raíces,
desnuda, elemental,
vagando soledades
por la senda de los abecedarios.

Acaso seas fruto
de un signo interrogante.

O una cita sin dueño
girando al compás de las preguntas
que resumen lo oscuro
de las noches sin alba.

No sabría decirte
si hay algún sinónimo en espera
capaz de acompañarte a tu destino.

Yo sólo escribo versos,
desconozco palabras
que busquen la razón de su existir
en círculos vacíos.

Tal vez pueda llenar con tu silencio
el final de un poema
y fingir tus deseos
con tiempo de esperanza.

O abrir un laberinto en tu extensión,
con calles numeradas
y notas que despierten
arpegios de violín en tu soñar.

No tengo más misterio que ofrecer
a una luz sin materia.


Manuel M. Barcia

miércoles, 2 de marzo de 2011


LUZ DE FRONDAS



No hay sauce
que mane del crepúsculo la luz
cuando quedan las tardes pensativas.

No hay árbol en que anide
la memoria de pájaros que trinan
la sed de los desiertos
mientras tersa la lluvia su plumaje.

La fronda no despierta de los sueños.
Tan sólo amanece
con ojos de cristal
que atraviesan el bosque a su antojo.

Y tienden sensación de languidez,
latitudes de musgo,
sombras en el verdor donde vivir

y raíces de olvido en su existencia.


Manuel M. Barcia

martes, 1 de marzo de 2011


YA ES UN DÍA DESPUÉS



Ya es un día después.
Es hora de dar cuerda a los columpios
y dejar que tu cuerpo balancee
los designios del sol
que visten tu ecuador de amaneceres

y de luz siempre abril.


Manuel M. Barcia

ABRIL Y GAVIOTA



Como un búho
absorto en la alturas,
te miro a través del lucernario,
bajo hechizos de luna,
buscando en el perfil de tu anatomía
algún signo de abril,
o tal vez un sonido capaz de pronunciar
el jardín estrellado que florece
en cielos de cristal
y adorna el desnudo de Afrodita
con sombra de los pájaros de fuego
que hibernan y no mueren.

Te sueño a contraluz,
como un tiempo sin patria
que busca los destellos del amor
datando los relámpagos caídos
de almanaques sin fecha.

Tu voz es necesaria tras mis ojos,
diluida en la sed
de los labios callados
que hacían musical nuestro lenguaje
cuando gime la sal
ingrávidos desiertos de la lluvia.

Y soy la gaviota del ocaso,
el plumaje sin alas
que vuela sin cesar
el sur del equinoccio en las mareas,

la respuesta silente
de un mar entristecido por la calma,

tu bautismo de ausencia.


Manuel M. Barcia