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lunes, 13 de octubre de 2008

MAR ADENTRO

*
Hablas, en tu lenguaje de espuma y sal,
como una voz cualquiera.

Me cuentas que te fuiste...
que extendiste los acordes del viento
en las diversidades.

Dices, sin eco cierto,
que invocaste al silencio
como si fuese un rapto de gélidos fulgores
en espejo de sombras.

Y como aquél reflejo, no era sino un viaje
en la más densa niebla,
sin más destino que la nada total,

Ahora escribes imágenes de sueño
por único testigo,

Y remueves las húmedas cenizas
reflotando un poema que navega desnudo,
mientras piensas
como esposar la lluvia a un tatuaje de luz
en los días de estío

Entonces, te quedas sola en tu mudez,
como la mar que indulta a su emoción sonora.



Manuel Martínez Barcia

2 comentarios:

Ana Muela Sopeña dijo...

Belleza en la inmensidad del mar que alimenta tu palabra y tu alma poética.

Leeré con más atención este poema...

Un beso de mar
Ana

Unknown dijo...

El mar siempre sabe esperar, en su masa de humedad el mundo se inunda de música y ensueño que esconden su verdad.

Gracias por nadar tan mar adentro, Ana


Un beso náufrago.

Manuel