Una caricia en el atardecer
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El comején se precipitó
Por el andén de la calle
Y grito furioso
¡Que demonios hago aquí¡
Perplejo y solo
Se dejó llevar ...
Hace 1 hora
1 comentario:
En cambio huyen de mí las musas,ya ves.
Tal vez tanto numen tiránico haya hecho mella en mi extenuado interior.
Tú siempre la tienes como rosa entre las páginas de tus versos,como puede apreciarse tras leerte.
Besos.
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