martes, 4 de marzo de 2014
El peso de las horas
--
Se equivocó Rodin.
No era un pensador quien aquietaba
los ecos de sí mismo
para no envejecer
la soledad
negando bajo el sol los sentimientos.
Las estatuas no saben discernir
lo falso y verdadero,
el bronce bajo piel sólo es metal
con tutela de frío
y sus sueños son largos,
fingen un corazón con latidos de luz
en la voces calladas
de la sabiduría.
mmb
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario