Visita a una ciudad de Bélgica
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Yo la quería dócil, vestida de bruma,
pero no, el verano puso en las fachadas un barniz de luz,
ausente el color mate en la húmeda piel de los edif...
Hace 8 horas
2 comentarios:
Genial poema, Manuel.
Los árboles te lo demuestran cada día. Ese afecto silencioso que acompaña tu sentir.
Un abrazo de meiga
Ana
Gracias por tu tiempo, Ana.
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