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Sí, se puede olvidar.
Los salobres instantes de la roca
las nupcias con el mar
tu risa ensombrecida en el ocaso
y lo que ya se fue.
Pero ven,
no me dejes,
aún bailan las estrellas
un vals de madrugada y tu luz
en tiempo de caricias:
las siento, te recuerdo,
mais ne me quitte pas,
ne me quitte pas...
Un vuelo de gaviota nos sostiene.
Manuel M. Barcia
Lazos de sangre
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En las palpitaciones de la sangre hay ecos invisibles
de antepasados cuyo nombre fue herencia añeja,
el color de la tez, la familiaridad de los iris...
Hace 47 minutos
4 comentarios:
Siempre es un arrobo pasar por tus versos, intensos, limpios, llenos de emociones que nos hacen vivir... y recordar. Enhorabuena.
Salud
Gracias por este valiosísimo regalo que me dejas, Julio.
Un abrazo.
Razón tiene Julio, de tus versos emanana la fuerza de la pureza en la palabra.
Ne me quitte pas, Brel entre tu poesia.
Concha dixit.
Qué precioso comentario, Concha. Ojalá lo mereciera...
Un beso
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