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martes, 30 de noviembre de 2010


EDITH



Son música sus charlas con la mar.

Sentada a pie de roca, y siempre puntualmente con el té,
observa la derrota interminable
de las olas con cresta gris o azul,
según gima su pena.

También se ríen juntas,
y juegan a delfines sin pareja,
a besos de infracción municipal,
y al júbilo de las celebraciones
que cuando pasa el turno de los sueños,
traen las bodas de agua.

Es la fidelidad,
la parte intransferible
que las une y separa,
acaso del deseo de estar solas
cuando algo en Edith
sugiere que ha de huir despavorida.

Y no porque el temor
le calce un ciempiés en polvorosa.
Simplemente recuerda
que el mundo de verdad también existe,

que hay otro bienestar
atado por destinos sin excusa
con nudos del amor inseparable.

Sin embargo,
a veces es posible
tenerla junto a mí.

Su imagen aparece en tres espejos,
es prisma de la luz cuando amanece,
y araña el cristal de mi ventana
con lápiz y papel,

y dibuja los signos
que filtran los colores,
dejando un tatuaje de arcoiris
en mi caleidoscopio.

Y con lente de aumento
reflejo en su cuerpo diminuto
un alma con penacho de palmera
y enorme corazón,

que tanto, cuando tiembla, escucho y quiero.



Manuel M. Barcia

lunes, 29 de noviembre de 2010


SIN BATUTA DE DIOS



Tengo el espíritu desencantado,
errante, vagabundo,
como si pretendiese
cambiar de partenaire,
o incluso de osamenta;
mudarse de lugar cuando no existo.

Y escribo en soledad cosas de nadie;
todos los desvaríos
capaces de una mente atormentada
donde afinan la voz los disidentes
sin batuta de dios, todo artesano.

Disculpen mi torpeza,
mi críptica visión de la monotonía.

Al fin sólo es ayer
cavilar el mañana
cuando el alma sopesa las quimeras

y el silencio te atrapa...



Manuel M. Barcia

LA HUELLA PENETRANTE DEL LECTOR



Proyectas la mirada de la luz
sobre los pergaminos
que acogen con ternura a las palabras
carentes de una patria
donde siembre la voz su predicado.

Acaso sólo sean, en ojos del lector,
respuesta incomprensible
al nexo de verdad que no contienen
las desapariciones.

Es breve la caricia que atestigua
el tacto de las páginas de un libro
cuando sella la ausencia
el lacre del silencio entre sus lomos,

con lágrimas vertidas hacia dentro

y
...otra
............vez
....................la
.........................sombra.



Manuel M. Barcia

viernes, 26 de noviembre de 2010


PSICODELIA



Crucé las líneas blancas
del suelo inmemorial de Abbey Road
con ánimo de oír entre sus grietas
los gráciles andares de los escarabajos.

Sonaban la pisadas de John Lennon
a solo de lamento,
como suenan los pasos del ciempiés
si todo en su destino se fragmenta
hacia ninguna parte.

También podía sentir
el llanto inapenable de guitarra
en la púa de Hendrix,
corriendo por mi sangre
un ácido en las venas que no quema.

A otros, en los brazos de la muerte,
llamándole a gritos por su nombre,
como si aun vivieran
los ecos descendentes del concierto
que fueron de la luz repeticiones.

Cabían en los márgenes del tiempo
los idos con la sombra soterrada.

Estaba Michael Jackson junto a Joplin
cantando con espíritu rebelde
letras y melodías sin tristeza.

Y acaso con el ego de un solista,
la voz de Freddy Mercury que ardía
desafiando a Dios
a ser allí, tan sólo,
intérpetre pasivo del mundo estelar.

Tal vez sea verdad lo que se dice:
que los sueños rockeros nunca mueren,

que no es contracultura ni pasado
la huella incorruptible que dejaron
los músicos del alma
cuando el viento resuena psicodelia

y cae lluvia que incendia la ciudad.



Manuel M. Barcia

jueves, 25 de noviembre de 2010


SI ERES VIRGEN, NO LEAS



Hay hombres travestidos con sotana,
que cuando son de dios el mandamiento,
transgreden de la infancia confesiones
con leyes de la selva.

Y fingen ser la voz de la serpiente
con lengua que penetra en el oído
la baba sin condón de castidad.

Sin embargo,
ajeno a esta moral, también existe,
un cielo por caricias estrellado,
capaz de ser incendio en la mujer
cuando un río desborda
el magma de la lluvia en el paisaje.

Si eres virgen, no leas,
encarna la visión de la belleza
con la herida de luz
que un puñal en el pecho profundiza,

oye misa otra vez.



Manuel M. Barcia

ILUMINAS MI SOMBRA



La magia que nos cupo, ya no está.

Los pájaros de luz
hechizaron el viento
volando en su oquedad las migraciones.

Ahora he de inventarte,
sangrar en el papel
los versos no escritos de los sueños
que aparean tu nombre con el mío,
nos hacen viceversa,
destino sin destino al que volver.

Ahora he de cruzar el laberinto
que nace de la lluvia
los poemas,

y tú,
ardiendo las constelaciones
con embrujos de fuego,
iluminas mi sombra.



Manuel M. Barcia

SONATA POST MORTEM



No hay notas que instrumenten cuanto tuve,
cuando todo el sonido era armonía
y caricia del pulso de un arpa en mi universo

La música se oculta
detrás del diapasón
que hace oídos sordos
cuando vibran mis gritos inaudibles
los ecos del ayer con desafino

¿ Y todo este ruido para qué?...

Es muda la respuesta del silencio
cuando en el ataúd
tan sólo es resonancia la madera,

barroco de la caja en que se pudre
el plectro de mi alma,

para ser del amor, renacimiento.



Manuel M. Barcia

IDEA DE UN TACHADO IMPUBLICABLE



Acudes hasta mí
desde ningún lugar

Ahondas la raíz de la memoria
de una manera tal
que tiemblan en la sombra del silencio
temores de la luz
sumidos en el vientre de la bruma

De la noche reciclas tu semilla,
cultivo de locura entre los cuerdos,
sembrando los adverbios con guadaña

Procedes de la nada,
eres un pensamiento impublicable,

la sed en la resaca de un abstemio
que medita no serlo.



Manuel M. Barcia

martes, 23 de noviembre de 2010


CARTA DE AJUSTE



Es fácil escribir en los foros de Alaire
un vil comunicado
sin firma que al canalla le acompañe
después de ser ventadas
palabras tan preñadas de calumnia,
tan sólo por herir,
los sueños de un poeta
que fue, a todas luces, estrellado.

Es fácil insultar,
hacer de la falacia
patria de los cobardes
y su insigne bandera,
cuando la pleitesía del silencio
es todo el bagaje que acompaña
al grito de los versos
que han sido en su voz amordazados.

Sin embargo, es difícil,
seguir peregrinaje
con la huella pesada de los solos.

Fatalmente cansado,
y harto del inútil des-viaje,
pongo carta de ajuste a mi memoria
y viajo al futuro,

o tal vez más allá,
al sur donde comienza el infinito,

allí hasta donde el aire sólo sea
la rosa de los vientos,

muy lejos de Rafel y su compaña.



Manuel M. Barcia

lunes, 22 de noviembre de 2010


PUNTO Y FINAL



"Descubrió en la verdad,
una forma sutil de avergonzarse
cada vez que la voz de la conciencia
gritaba pesadillas en sus sueños

... y sólo fue cruel cuando mentía,
por la noche, mudez,
y música callada del insomnio."


Aunque...
Quizá sea muy duro mi epitafio.
No hay lápidas que filtren
susurros de cinismo bajo mármol.

Pongamos que murió sin despedirse.

(No se olviden del punto)






Manuel M. Barcia








domingo, 21 de noviembre de 2010


CUANDO NO EXISTE NADIE



Primero fue la voz
del hombre que rugía soledad
mordiendo las entrañas del silencio

Después, un leve aullido.
Sin mano que acaricie
al lobo maltratado
cuando asedia la luna
parajes de la noche
con pálidos augurios de los sueños

Y luego, el dolor,
canibalismo.
Ladridos de consuelo con los perros
cuando no existe nadie,

sólo licantropía.




Manuel M. Barcia

HILOS DE AZAR



La telaraña
perfila dos mitades:
Suerte y espera


Manuel M. Barcia

NUDO DE SOMBRA-LUZ



La nada escuchará
los ecos del entorno
si tu voz no atraviesa
la grieta del silencio

Discurres por la orilla
junto a la soledad
que atestigua la inercia de los solos

Detén la sombra-luz
donde el agua inunda las esperas

Desbórdate,
no anegues

Y sé la fuente herida de la sed,
aljibe de su magma,
el fuego que contiene

O sé,
si te apagaras,

la raíz donde tiemblan
los pozos anhelantes
el semen de la lluvia.



Manuel M. Barcia







sábado, 20 de noviembre de 2010


AMORES SIN AMANTES



En mi alma no caben
pasiones desmedidas
que sacien apetitos del hambriento.
Sólo el amor de veras.

Tal vez porque no quiero
ser gozo de una mantis religiosa
cuando el cuerpo seduce
y el sexo abandona el cautiverio,

meciendo el diván de mis amantes
las noches en que Venus me visita.


Manuel M. Barcia

RECETAS DE MI SANGRE



A veces, de la herencia,
el tiempo nos reclama sucédaneos,
absorto todavía,
en toda la memoria que forjaron
nuestros antepasados.

La cocina no sabe
qué manos escribieron la receta,
ni como elaboraron mis abuelos
la empanada gallega,
amasando pasión, agua y harina.

Dentro de unos minutos,
el horno me dirá lo que dispone
la honda biografía de la historia
cuando sea el calor, ofrenda de mi plato,

ignorante del fuego que crepita
el son abrasador
que grita el carbón cuando es invierno.

Y quizá me sorprenda,
dejando en sus fragores el sabor
de otros amaneceres
que fueron de mi vida
el recinto del alma y su alimento.


Manuel M. Barcia

viernes, 19 de noviembre de 2010


EL PARTE DE LOS SUEÑOS CON SINIESTRO



Surcando a contravuelo mi destino,
un sueño con señales imprecisas
me hizo comprender
lo absurdo que resulta conducir
empañando el silencio en los cristales
por rutas torturadas de prohibido.

Un acto imprevisible de locura,
volcó mi fantasía
en pos de un escenario con paisajes,
donde tras un rosario de improperios,
insultos y amenazas,
floceren madreselvas en ámbito feliz,
lejos de la querella.

Y lo que antes era
entorno tan hostil por compañía,
tornóse la visión de un mundo diferente,
sin bruma ni quejidos de sirenas.

Y pude simular con mi mirada
un espejo apostado
a modo de voyeur.

Y un ojo bajo sombra
que luce siempre a juego
el hermoso semblante
de un rostro embellecido
con rímel y carmín
que flota cuando ríe, aromas de chanel.

Acaso en la razón de mi delirio,
había una ordenanza de costumbres,
esclava de sí misma,
sintiéndose mujer,

antes de que muriese su reflejo
en las luces de otro que llegaba,
ajeno a la distancia por detrás,

que a mi espalda embestía.



Manuel M. Barcia

jueves, 18 de noviembre de 2010


CAUTIVA DE LA NADA



Preñada por tahúres del tarot,
la magia tomó cuerpo de mujer,
cubriendo con el Velo, en ocasiones,
aquello que separa
a modo de tamiz,
la belleza exterior y lo interior.

Y fue la Emperatriz de los arcanos.
Discípula y Diablo,
Ombligo, Desnudez y Calavera,
Nube, Sacerdotisa, Tumba y Piedra.

Marcó la sexta carta
con las plumas de un ave
- para ser en la Flecha -
expresión del hechizo que sufre la existencia
cuando tiempos ignotos
preceden al futuro.

Fue génesis de luz
y géminis del éter en su vientre,
imagen de la lluvia
y viento de ondulada cabellera
con embrujos de fuego.

Y ardió en el corazón
de un hombre, tan iluso,
que la creía,

Mientras la gran Estrella
viajaba sin destino
impulsos que generan la materia
de un mundo a ras de cielo

... cautiva de la nada.


Manuel M. Barcia

martes, 16 de noviembre de 2010


EN UN RINCÓN DE OTOÑO...



Tus manos diminutas
parecían girar los aspavientos
con la misma cadencia
que alegra el sentimiento de las olas
cuando ríe la mar

En aquellas caricias clandestinas
tenías un estigma del deseo
tan sólo a flor de piel,

Como un abrazo a medias
capaz de descubrir la soledad
para que cicatricen las heridas
cuando el pulso resume
toda la desnudez en carne viva

Cada signo de ti que ahora me envuelve,
reconoce las huellas que han dejado
las luces prisioneras del invierno
que alargaban tus pasos en mi sombra

Y llega, sin embargo,
olor de primavera,
tomada por la lluvia mientras cesan
las tormentas de abril

Y vuelve tu silueta hasta mi lado,
ya cierta y conjetura,
como premonición de compañía,

como el sol de carmín
en los labios de los enamorados.



Manuel M. Barcia

lunes, 15 de noviembre de 2010


ENTRE ALFA Y OMEGA



¿Si en Alfa pronunciamos la certeza
con la caligrafía que dicta el alfabeto
para entrar con sigilo, sin temor,
en páginas que urdieron de los sueños
metáforas sin mundo en que crecer?...

¿Es Omega el resumen de todas las palabras
que deben ser oídas en ojos de un lector?

Y entonces, ¿dónde queda lo no dicho? ...

Tal vez en los poetas,
no siempre sean letras las razones
con quien la fantasía
vincula el pensamiento
al principio y al fin

Y sólo en la locura,
se puedan vislumbrar las sensaciones
de imágenes preñadas de silencio
que paren lo absoluto de sí mismas

Y en su vientre, la luz,
la infancia de lo escrito,
es códice de huesos y de sangre
con poemas apócrifos y sombras.



Manuel M. Barcia

domingo, 14 de noviembre de 2010


EL ECO DE LA LLUVIA




nos
unes

Traes
música
silente

Derrites
inviernos,
desbordada

Atraviesas
submundos
callados

Resueno
frágil,
vacío

Sólo
por
ti.



Manuel M. Barcia

BIBLIO-INEXISTENCIA



No siempre ser poeta,
supone hilvanar el interior
con toda la materia intangible
que bordan los renglones del papel.

Unos copos de nieve
giran de vez en cuando
fractales del invierno en su blancura,
y juntos, con la nada en mis pupilas,
palidecen la luz del alfabeto.

Y cae la oscuridad sobre mis sienes,
tan yerma, infinita,
como un lazo de sangre que teje desencuentros.

Y sobre un paisaje desolado,
las hojas de ciprés
se trenzan inviolables,
madejando mortajas de silencio
en las sílabas muertas

Mientras en cada verso,
el aura del juicio se descose.



Manuel M. Barcia



jueves, 11 de noviembre de 2010


M + W = ?



La huella de uno mismo con su sombra,
tal vez sea, tan solo,
un signo de ecuación interrogante...

O un resto en el haber de idolatría.



Manuel M. Barcia

PODRÍA SEDUCIRTE




¡Ay! No puedo decirte, aunque quisiera,
el secreto de la primavera.

Federico García Lorca






Podría seducirte,
sustraer de la rosa
los pétalos del sueño para ti,
convertirla en ánfora,
beber en la opulencia de su vientre
las gotas de rocío
que fueron transparencia de las nubes
y resaca en tu piel,
lluvia en el crepúsculo,
el confin de la luz,
la ruta soleada de la noche.

Podría hacer llorar la primavera,
renacer en Abril,
sembrar de agua un huerto de mujer

Podría seducirte...
pero no.



Manuel M. Barcia

martes, 9 de noviembre de 2010


EL ÚLTIMO HOLOCAUSTO



Anclado sobre un ánima silente,
descubro lo ancestral
antes de que la luz amaneciera.

La música es latido,
y gira lentamente
acordes primigenios de belleza
que sortean fronteras aún sin cielo.

Un águila que viene desde Altair
vuela un destello azul
en alas de un inédito universo.

Trae un día,
y su noche,

Y algas del despojo nuclear
que esparcieron al mar desde la tierra,
llevando a las galaxias fuego y sal
del último holocausto.



Manuel M. Barcia

lunes, 8 de noviembre de 2010


RITUALES ONÍRICOS



Atravieso el umbral de los ojos del sueño.

La ley del todo o nada
aún yace a media luz
los estímulos tenues
que brotan del silencio
las sílabas mistéricas que duermen
mecidas por el iris de la luna.

Descubro laberintos
que orientan los caminos de la noche
al confin de lo etéreo,
acaso el universo cenital.

Mi mente armoniza el pensamiento
con tic-tacs de reloj
que giran las preguntas
en círculos sin fin
de los interrogantes sin respuesta.

La sombra del espejo
propone que se hagan mutaciones,
para que allí leviten las almas protectoras,
y alejen del insomnio
lo críptico que inquieta
aquello que es inútil comprender.

Y que sean reflejo de lo amado
todas las sensaciones
capaces de crecer en las palabras
que inspiran rituales con entes del deseo

y onírica silueta.



Manuel M. Barcia

jueves, 4 de noviembre de 2010


LUZ AL FINAL



Flores de nieve
caían de la luz:
Era el otoño.



Manuel M. Barcia

martes, 2 de noviembre de 2010


CADA TRES DE NOVIEMBRE, MI VIDA CUMPLE AÑOS



¿Qué importa si la vida cumple años?...

Noviembre anilla hojas de almanaque
que amanecen la edad
donde el alba comienza sin más celebraciones

Y gira todo el tiempo que no existe
en días metafísicos del sueño
con ánimo de ser
designios de memoria irrepetible.


Manuel M. Barcia

PAÑUELOS DE PAPEL



Tengo la inspiración en cuarentena.

¿Quién podría inventar
andares en lo eterno con la musa
meciendo soliloquios
sin alma que columpie
las dudas que presumen de interior?

Ya no quiero escribir los versos con receta,
ni ver ante el espejo
al virus otoñal
que muestra el espejismo de la bruma
en la carne sombría de un rostro moribundo

Tampoco introducir la jeringuilla
en torrentes sanguíneos
que inyectan las raíces del curare
donde el cáncer no existe

De muerte y biología, poco sé,
tal vez juegos de magia
y algún que otro hechizo,
sean rótulos de luz
cuando en mí fronteriza
el culto al misterio en el lenguaje

Prefiero, sin embargo,
sufrir y padecer enfermedad
en brazos de la gripe que me acoge,

febril y mortecino,
remedio de pañuelos de papel

Y que sea el dios Hermes,
la química de un cáliz con serpiente
que siempre sobrevuele las farmacias,

para que no sea yo,
la grieta donde anidan los halcones.



Manuel M. Barcia

lunes, 1 de noviembre de 2010


ABDÚCEME



Sé nube y algodón.
Abdúceme del vientre de la lluvia,
y asciende bajo mí, los pétalos mojados
que perfilan océanos de sal
en los labios del sexo

O déjame que vierta, torrentes de la sed,
sobre los humedales que rebalsan
el hervor donde nadan las entrañas

Seamos el delirio que llovizna
aquello que arde y quema en el resumen
de las cópulas rotas

y el desorden del fuego.


Manuel M. Barcia