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sábado, 28 de febrero de 2015

Mientras somos ausencia






Para huir el rumor de la noche,
para ser comprensión de momentos fugaces
en íntimos abrazos que buscan heredad,
yo nada puedo hacer,
salvo sanar en ti
silentes melodías
que fueron improviso del amor
allí donde pertrecha lo fantástico
refugios de la luz
sabiéndonos compás de una caricia
y luego la intemperie.

Hoy cumplo la promesa de ser sombra contigo
cuando griten tu nombre
los ecos del placer,

también revelación
en el paisaje azul
del brillo en tu mirada,

lo que preña la sangre con el vuelo de pájaros
mientras somos ausencia
del tiempo que no existe.



mmb



El teatro de los sueños






Puedo ver un telón atravesando el aire,
ascender la mirada de los sueños
con los ojos volátiles, con las alas de un pájaro
que supo inevitable un contraluz
en los lazos del tiempo que te amarra.

También puedo escuchar
la voz de tu verdugo
afilando la noche con silencio
en espejos de piedra.

Sucesión de nosotros
irrumpe del teatro la oquedad
que dio asilo a las sombras
para ser magnitud del pensamiento,

la playa donde todo despereza
haciéndonos testigos de un amor
ya casi ultraversal

interminable.

--

Seamos pues la escena sin conflicto
y representación de un desenlace
con un final feliz
en las retrovisiones del estar.

Dejemos que el presente sea memoria
del espacio de ayer,
la mímesis y el komos,
la farsa de la luz
haciéndonos destino inmaterial
en brazos de la noche.

En esta conjunción soy junto a ti
origen de los dioses,
un verso amurallado
y marfil en el vientre del poema.

--

Proyecto o existencia, ¿qué más da?
La vida es un continuo desvivir
para alcanzar jardines donde crecen las sombras
ventanales de un sueño,
crepúsculos de luz
sin cerradura.

Soy nadie en el amor,
finjo fidelidad mientras llega el ocaso,
quizá porque me sé melancolía
cuando irrumpe la luna por el sur
finísimas siluetas de un siempre afirmativo
que nos hace final
sabiéndonos guión en hechos irreales.

Sin embargo eres tú la parte de la historia
que dicta mi verdad,
el aire que respiro cuando siembras la flor
después de haber regado el sentimiento
con arroyos sin nombre,

con lágrimas de un río
que juntos pretendemos
sin desagües al mar,
completamente agua
sin deshielo...




mmb



sábado, 21 de febrero de 2015

A media luna






La sombra trepa por mi tallo débil
torcido por el peso de pensamientos tristes

Silvana B Pressacco.



No es fácil convertir el silencio en palabra,
lograr que un girasol
obedezca las leyes a golpes de rocío,
ni que los abecedarios sean luz
en sílabas amantes de la espera.

Hay algo metafísico
que inunda la razón
cuando somos origen de la lluvia
con llantos de cristal,

la música del solo es un rumor
de incansable rutina,
un eco que te nombra sin cesar
en las voces antiguas
de un poema no escrito,

una bibliografía de pasión
con versos derrotados
en páginas del aire.

--

Caricia leve, tú
y yo rozando casi
la esperanza de ser
ese fino cristal
que sigilosamente
nos atrapa,
comunes,
uno solo,

tu piel,
mi observación,
el memorándum...

--

Como Juan Salvador
me siento gaviota,
tan sólo por volar sobre la vida
alas de aprendizaje
en la superación.

Qué firme la quietud que nos sujeta,
qué impulso descubrir
la caricia del viento en tus rincones
tendiéndonos al mar
sin ser nunca caída en sus orillas.

Acaso seas tú
ese ángel sin sexo
que hilacha los azules de la nube
mientras soy espejismo de una sombra
con luz a mi través,

acaso quiera yo tu inmensidad
para poder sentir
que al verso hube amado
fingiendo que eras sed que me saciaba
al beber un poema
sin posos de amargor

ni análisis
ni ensayos.

--

¿En alguna ocasión has podido intuir
que lo atardecido sólo es tiempo fugaz
en la busca de insólitos ensueños?

A veces miro atrás y me pregunto
si todo lo asombrado deja luz en las huellas
que al despuntar la noche nos siembra de ilusión
con ayeres de cielo en abundancia
y luminoso azul,
haciendo que los días sean lentos
y el amor perdurable.

Ocurre que mi alma es desnudez
cuando escribo un poema,
cuando presiento en ti
las caricias del alba
y un dulce despertar entre algodones

de miel y de blancura.

--

Si ambos somos suma imprevisible,
sólo resta el calor
haciéndonos la misma exactitud
en la temperatura del poema.

Yo puedo aparentar,
si lo deseas,
ser hombre despistado,
o acaso un soñador que tiene por costumbre el desvarío
de amanecer palabras
formulando silencios
mientras llueve la tarde
todas las estaciones

y todo lo imposible
capaz de contraer
la existencia en nosotros,

algún rincón de ti
donde pueda alojarme
verso a verso,

como los idos cercan las esperas.

--

Surgiendo uno del otro
hasta encajar la luz
de las mil y una noches.

Así es como yo quiero ser disfraz
mientras hundo mis manos en la búsqueda
de un tacto sin finales,
algún temblor de ti que signifique
la palabra existencia
sin ser la servidumbre de los sueños
en cuerpos separados.

Así la media luna
buscando habitación
en las adelfas,

o esa voz excluida del crepúsculo
para hacernos sentir
silencio que vigila
la muerte en soledad de los enamorados.




mmb



domingo, 15 de febrero de 2015

Solus coniuncti, possumus.






Hay quienes son razón de lo apropiado
creyéndose destino en certidumbre,
perspectiva de ser antigua ofrenda
en templos de algún dios sin directrices.

Podemos los demás pertenecer
a ese mundo tribal de los guerreros
donde la gloria es un logro fácil
si por ende gobierna la utopía.

Podemos emboscar a los políticos
con urnas de silencio, decidir
qué sacramento es hambre y luego pan,

podemos poseer la transparencia
del tiempo en un cristal, la servitud
y al hombre en una patria sin esclavos.



mmb



sábado, 14 de febrero de 2015

Los soles del secano






Imposible partir
sin antes ser la luz que te acaricie
compartiendo miradas del amor
a orillas de la sombra.

Difícil ser palabra en desnudez
cuando el tiempo es caudal
de ayeres bajo lluvia,
del ardor de las fuentes y tu mar
sintiéndonos un río delirante
sublevado hacia el sur,
amante de nosotros y feliz
de ser abecedario,

suma y resta total,

el múltiplo de dos
sin desembocadura...

--

Mientras sueño contigo
la esperanza nos duerme
entre las plantaciones de un poema,
simula ser jardín de un paraíso
pendiente de explorar,
la eterna juventud de nuestros pasos
en su perenne albor,
semilla pluralista de dos vidas,

lo que nunca es crepúsculo
si a solas enmudece.

--

Eres la siembra en mí
de los ojos de lluvia
que avistan horizontes de tristeza.

Deseas el presagio de la luz,
un lento amanecer
más allá del espacio
donde la claridad es roce de la piel,
biológico el ardor
en su conquista.

Yo miro en soledad
la extensión de los sueños,
el tallo de tu voz
y ese verso azul
que me acaricia.



mmb






viernes, 13 de febrero de 2015

Entender y entenderse







Soy nieve
y este invierno no para de arrojarme las piedras
que tienen vocación de ser aludes.

Rosario Alonso




El alma nieva a veces soledad,
es como si vistiera los inviernos
de insípida blancura, con rostros fantasmales
que gritan el silencio sin pasión,
es como si los pájaros volaran
sabiéndose del sur contracorriente,
sus alas sin calor
en lo contrario.

Yo escucho en lejanía los ecos de tu voz,
la música en quietud y una nota escrita
con vientos de la tarde,
una marcha orquestal
con temblor de palabras,

un álbum de la infancia
pretendiendo la noche
y la intención de ir
hacia los cardinales de los sueños.

--

Recuerdo aquella vez en que fuimos la fuga
del sol bajo diciembre,
disputas invernales y el dolor,
enjambre de la rosa
y luego luz,
los dos sin equilibrio.

Entender y entenderse,
ese fue nuestro lema,

como un acto de fe
que nos duerme sencillos,
tú en sueños de cristal
y yo en las barricadas de la noche
pensándote la imagen de mi sombra
para ser espejismo en lo perfecto.

--

Incipientes en fuego de la hoguera
ceniza hemos de ser,
sin embargo,
también esa pasión que nos consume
ardiendo la palabra,
la clandestinidad de los inviernos,
relámpagos de sol
en las entregas.

No hace frío en mis versos,
tú me haces sentir
calor de otro poema,

acaso lo pueril de tus candores
sabiéndote mujer y luego fragua,
luz íntima de Venus.

Hoy no tengo temblor
adentro de las sienes,
está mi corazón oyendo música
preñada de silencio,

tus manos acarician un violín
mientras suenan los copos de la nieve
un vals de lluvia lenta

la voz del viento
y sombras.



mmb






domingo, 8 de febrero de 2015

Ningún después






Lejos están las huestes de la sombra,
la furia de la lid,
el tesón de la noche
que apaga nuestro ardor
y nos divide.

No habrá ningún después en el adiós.
¿Para qué compartir dos soledades,
a quién hacer ruin
en tan honda intemperie
de suburbios en paz,
la crítica por toda compañía?

Me dices que te vas.
No me ha sido posible
salvar de malos tratos
el rigor excesivo de algún malentender
en palabras cruzadas de las que fuiste huida
sin más apelaciones.

Acaso lo versal sí tenga fin,
un apego a los otros,
inútiles hangouts
repitiendo sonidos y emoción,
como un poema yerto
con sílabas de olvido.

Yo, no puedo mentir,
no soy gusto de todas,
ni ellas son en mí
un mundo paralelo.

El alma es quien obra el entender,
la extensión del vacío,
este fósil de nada
que ahora me sucede.

---

Apenas digo lluvia y amaneces
ardiendo mi memoria, como brizna de sol,
como los arcoíris mientras siembran quietud.

De un matojo mustio
pretendes humedales del jardín
donde tenga la rosa espongiarios
que den vida y color
al respiro del alma,
a la impávida luz
en el tiempo de sombras.

Es confuso el verdor con que pintas el cielo,
acaso sea el mar la razón de tu orilla
en las brumas de mí,

este Sur del ahora
que a ciegas
nos pretende.

--

Hoy quiero ser clepsidra
en el flujo de ti,
calor a ras del aire,
episodio solar
que nunca te anochezca.

Mañana seré luz, solo para cubrir
tus ventanas insomnes,
lo menguante en tus ojos que te hace llorar
con lágrimas a secas,

plenilunio de amor,
fulgura
sin saberlo.

--

Poderosa la luz
ensancha en ti los brillos
queriendo ser pincel de la inocencia.

Detrás del horizonte
las horas del amor duermen calladas,
pretenden despertar a los olvidos,
nombrar lugares tristes
con sueños por venir,

como un latido breve
golpeando las puertas del silencio...



mmb