PARA SIEMPRE EXTRAVÍO

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Un silbo en mis oídos
agudiza los ecos del ayer,
gritándome los días de ilusión
con desmedido afán, como si fuera
oráculo del tiempo
que ambiciona secretos y palabras
para ser rebeldía en las raíces
donde mi voz fue sílaba y acento.

Allí busco saber quien soy, qué nombres,
qué adverbios del pasado se revuelven
sin fecha en mi memoria.

-Pretendía volar la energía del sol sobre la noche-

Traslado estas fiebres de lugar.
Locura y juventud para siempre extravío.
Ahora sólo escribo el porvenir,
las horas de noviembre
y páginas de un libro deshojado.

¿Acaso seré aquello que no existe,
un pájaro de luz,
la frontera del sueño en mí mismo?




Manuel M. Barcia

EL FULGOR DEL EXILIO

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Ardía yo en tu piel
el fulgor del exilio

y los besos que sorbes al mirarme
como un brindis al sol
que sola en las cenizas te contempla.



Manuel M. Barcia

OLVIDO

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Semejante al dolor de las heridas
que ahondan cicatriz en su letargo,

como un anochecer de la memoria,
espejismo y sin nadie,

como el flujo
de cauces invisibles helando el manantial;

igual que la razón que nos confina
lejos del pensamiento,

tu presencia se aleja cada noche
con huellas sigilosas, apenas un temblor,
tiempo de lo que fuiste en un poema,

el verso que al callar tan sólo es un informe de los sueños.




Manuel M: Barcia

POLÍTICA-MENTE INCORRECTO

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Qué inútil sinrazón dar cordura a los locos.

Mas que locura es
suponerse cabal entre los desquiciados.


(Porque yo sólo amo lo insurrecto)




Manuel M Barcia

LO ABSTRACTO DE LA LUZ

...


Ya cansado del sueño en los cristales,
de ser el tiempo atrás
en lugares caóticos y sombras,
ya la efigie de un rostro sin razón...

El espejo se acuesta ante mis ojos,
la vida se resume
en un yo sin preguntas

y este ciego paréntesis de mí,
lo abstracto de la luz,
el eco de un silencio interrogante.

En él tan sólo soy
la fuga del espacio,
un hecho introspectivo del amor,

metafóricamente
olvido y transparencia.




Manuel M. Barcia

SALVAJE Y HEMBRA

Remontando las horas impasibles,
henchido el corazón,

reptas, muerdes, cabalgas sobre mí
el instinto bestial
de tu naturaleza,

aúllas la pasión,
salvaje y hembra.




Manuel M. Barcia

LA VOZ DEL VIOLONCHELO

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He aprendido de ti
los días de entereza
y cómo convertir los sinsabores
en cálida energía para otros
que no pueden sentir lo más acariciable:

la intrínseca pasión de los enamorados,
las palabras de un verso con ánimo de ser
tan sólo poesía,

lo que pronuncia el alma
en el tiempo de olvido.

Escucha en esta música otra vez
lo febril de mi mundo
sin que nada lo turbe,

yo, mientras, miro atrás
como fulge tu cuerpo
lo más instrumental entre las piernas.




Manuel M. Barcia

LO IRRENUNCIABLE

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Afuera el miedo asalta las viviendas
y se viste de hambre
de carta de desahucio
de desesperación.

Rosario Alonso.  (Versos en crisis)






Subir a la estratosfera y caer
más veloz que el sonido...

No sé que hay de aventura
en traspasar el aire
con alas de Red Bull por cielos desbocados.

Lo épico, el vértigo real,
es vivir cada día
al borde de la muerte,
la razón golpeada por las sombras,
la esperanza de luz entre la bruma,

el arrojo de ser
la brújula de un norte sin destino,

los ánimos de un grito irrenunciable.




Manuel M. Barcia

CON LOS OJOS EN BLANCO

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No importa que me cites sin nombrarme,
que descruces los sueños
vagando cementerios de un cualquiera.

Yo sigo respirando entre palabras
lo que adoro de ti,
los flujos derramados del silencio,
tus salvajes mordiscos al hedor de la noche

y esa lengua ardiente que me quema
lamiendo tus detalles
con los ojos en blanco.




Manuel M. Barcia

REA-LEZA

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Qué inútil es arder en tus heridas
el flamígero aliento de los besos,
si yo he de inclinarme, sin orgullo,
en esta negritud que nos confunde.

Qué fácil, sin embargo,
inundar los dominios de la nieve
con el quebranto azul
de la sangre que riega tu misterio.

Yo hube de morir para salvarte,
helar el corazón
con la sombra de un rey en tus cenizas.



Manuel M. Barcia

GRITO

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JODEEEEEEER

(Disculpen mi exabrupto repentino. Tenía que arrancarme del silencio...)

mmb

A MODO DE STAND BY

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Me mantengo a la espera de amores venideros
sin saber el por qué...

Acaso haya vivido muy deprisa,
o tal vez lo salvaje me contemple fugaz
colmados sus instintos.

Solo voy a soñar
sin que el tiempo me instigue;

quedarán  los instantes de mí en demasía,
anónimos fragmentos de la luz
en desiertos sombríos

criogenizándome.





Manuel M. Barcia

CRÉDITO VITAE

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La senda irresistible de la luz,
cada paso que di, las huellas que dejé,
cada instante ocurrido
es un ojo del túnel,

la retina de un dios
en el justo balance de no ser
el crédito que avala las maldades,

la esperanza de huir hacia lo eterno
tan sólo sanación,

otra oportunidad,

latir el accidente de la vida.




Manuel M. Barcia

TAN INÚTIL COSTUMBRE

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Es tiempo de elegir,
una vida pendiente, suicidio en lo que fui,
o la profanación del interior
saqueando del miedo la memoria.

Pero cómo olvidar la esclavitud,
esta luz del otoño contigo en su lamento.

Me hiere todavía tu impostura
en brazos del amor.
Aquellos paraísos alcanzables
que dejamos caer
en profundos abismos de la noche,
como un temblor de cielo sin fronteras.

No es preciso saber quien te convoca.
Atravieso la esfera del reloj,
tus huellas envejecen

y escribo una historia sin recuerdos:

Tan inútil costumbre
fingir que soy poeta.





Manuel M. Barcia

SOLA(MENTE) OMEGAS

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Dentro del alfabeto
casi todo es engaño,
enredo de las sílabas sin fin.

Hoy quiero ser un frikie,
disfraz de Lady Gaga,
travestir de domingo mis rarezas

y ponerme la máscara de otros,
lo insutil al hablar

y el inexistir,
como sueña un sultán entre mujeres
el tiempo inagotable del olvido.

Me voy a idiotizar,
a escribir solamente con omegas.





Manuel M. Barcia

HASTA CIERTO PUNTO

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Funerales de luz
empollan en el nido del dolor
mientras yo entro en coma,

y tú pones fin,
hasta cierto punto,
bifurcando la voz
hacia el centro del alma,

desorden todavía
del último reproche.




Manuel M. Barcia

DENTRO DE LA BURBUJA

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Tú sabes, soledad, no contemplarme
dentro de la burbuja,
sonora desnudez de mi silencio

y esa luz de metal
que cose ataduras en tus labios.

Mi ser, ninguna voz que da señales
de un presente quieto,
fugaces aleteos de memoria,

la nada donde vivo.




Manuel M. Barcia

EN LOS BRAZOS DEL VIENTO

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Has vuelto, por la senda perfumada
que los poetas sueñan,
para fluir la voz insobornable
del viento en la palabra,
la invasión de la luz
cuando brota lo oscuro y me persigue
el cauce de la niebla,

esa terca aridez que me deshoja
con palabras sencillas,
sin quererte,

que teje mi existencia en un remiendo.



Manuel M. Barcia

JAQUE A LA DAMA

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Ya no despierto sueños,
ni finjo en Peter Pan
el vuelo de las hadas sin leyenda.

He perdido mi sombra,
devuélveme al niño que se fue,
para enrocar el tiempo
en mi defensa

y el sutil aleteo de tus manos,
para coserme a ti

fuera del aire.



Manuel M. Barcia

OCTUBRE

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Las sombras de octubre me contemplan
musitando el olvido
entre las oquedades de la nada.

Cuando llegue la nieve
seré sólo el misterio, la quietud
que proclama exigencia,
la desnudez del aire,

o acaso lo que vuela el almanaque
de los tiempos antiguos,

lo que tiembla la luz inaccesible
y pasa..



Manuel M. Barcia

PRETEXTO ÍNTIMO

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Cuando al fin implosionas,
proyectas en la piel la luz de lo prohibido,

asombras sobre mí tu ardimiento.



Manuel M. Barcia

APRENDIZ DE SER

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Desconozco las reglas esenciales
que obligan a los otros a oficiar
los instantes plebeyos,
a vivir en penumbra cada día
el tiempo inacabado.

Tampoco tengo edad
para erigir el orbe de los solos,
para ser en el aire
presencia del olvido
sin repuestas.

Pero pienso, que tú,
podrías ser la meta que persigo:
un curioso lector
que extraiga de lo oscuro la existencia,
que logre salvación al ofrecerme
simbolismos de sol,
que la palabra sea luz en mí,
la espera de un milagro.

Porque, mientras escribo,
se impresiona la imagen de un asceta,
un reflejo de paz conmigo mismo,
de espaldas al dolor,
creyéndome en el verbo, certidumbre posible,

o que un dios se revela
sin dádivas que ladren
las fauces del silencio,

el grito en su proclama.




Manuel M. Barcia

NOSTRADAMUS

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Apócopes y breves anagramas
descomponiendo luz
en la noche apacible.

Yo puedo interpretarte,
ser signo en tus palabras,
lo que nos predestina.

Ensimismado leo
la celestial quietud de lo que nunca muere
soñando otra morada:

Los misteriosos versos, mi vida entre cuartetas,
la inútil profecía del futuro,
el insomnio en mis sales.



Manuel M. Barcia