Mis adioses redoblan todavía
el ansia del deseo.
Intento revelar en los finales
los secretos de ayer que tiemblan la memoria
desnudando el amor
en vacíos profundos
que yacen en mi cama.
Alguien viene hasta mí,
mas yo no hago preguntas,
son huellas de mis sueños,
azarosas pisadas que la noche borró
para llenar de aire
la impureza del sol en mi ventana
y también esa sombra que fue mía
aunque a tientas se aleje.
Ahora sé que hay gemelos, que por algún motivo
se han de separar,
como vuelven a tierra las mareas
sin ciclos de la lluvia,
como apuran el vuelo vientos y gaviotas
para huir de los charcos...
mmb
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