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De repente, huí...
bebiendo de la sed ardores desolados,
de tu púbis la unción,
oasis del desierto que me aleja,
libertad sin remedio,
yo que siempre te amé tiranizadamente.
Manuel M. Barcia
Aquel extraño día
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Fue como si en medio del frío invierno
amaneciera un caluroso día de verano.
Duró 24 horas.
O sea lo que dura el amor
cuando el amor no es amor ...
Hace 8 horas
4 comentarios:
Vaya forma de amar... y de huir.
Besos
"libertad sin remedio" o
libertad sin opción ?
Ya ves, de copi y pega.
Un beso.
No hay opciones intermedias en el acto del amor, Daltvila, esclavitud o huida.
Gracias por tus palabras.
Un abrazo.
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