lunes, 9 de diciembre de 2013
Los ojos del viento
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En las conversaciones que no acaban
el destino creció
las palabras a solas,
una oración sin nadie.
Para ser inmortal
no es preciso sentir lo que los otros piensan
acerca de los versos, ni el temor
a las preces vacías
que puedan hospedarse entre los sueños,
ni su inútil perdón
gritando soledad,
su mudez, sus finales.
En los ojos del viento
sólo hay miras al sur,
plegarias que caminan por el aire,
un rezo de mí mismo,
la poesía
casi.
mmb
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2 comentarios:
Precioso, Enhorabuena.
¡ Ah, pues me gusta, míra !
Concha dixit.
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