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De ti fluía el mar
tan intenso oleaje,
los ancestros fluviales del cristal.
Abismada en el vientre
donde fue torrentera el diluvio,
tu piel estaba en mí,
naufragando un abril irremediable,
marea de mi cuerpo.
Manuel M. Barcia
Avanzamos por sendas cubiertas de espinas
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Sabes que la vida
es una tertulia gigante,
una elegante manera
de caminar a ciegas.
Avanzamos por sendas
cubiertas de espinas,
con p...
Hace 1 hora
2 comentarios:
Siempre escribirás en pasado?
Huellas imborrables te han dejado.
Hermoso...
Todos tus poemas son hermosos.
Un beso
Ana
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