Viajo hacia recónditos lugares
que a nadie pertenecen ni tienen la certeza de existir
Y soy el pasajero a su destino
cargando el misterio que acompañan las tintas invisibles
cuando el tiempo es callado en la memoria
En ella está la luz a duermevela;
allí caben metáforas de sombra,
silencios claroscuros sin doblez
y todo lo que ha sido encuadernado con voz de irrealidad,
que sólo es un pretexto de la ausencia
cuando el mundo se expande por todos los rincones a la vez
llenando de palabras las páginas de un cielo no estrellado
Y somos ante ti, tan sólo fantasía,
el alma de un poema en soledad
y aquello que se puede descubrir
en algo enfebrecido por la nada.
Manuel M. Barcia
No hay comentarios:
Publicar un comentario