Soy la luz que se yergue tras la ofrenda;
la sombra del silencio
que asciende por los huecos desolados
Soy gota de la lluvia que se aleja
después de inundar los humedales
sin que nada germine
Quizá mienta y no soy yo.
Tal vez sea tu amor eso que brota
de la secreta esencia que reflejas
cubriéndote el semblante de pasiones
No sé quién es verdad
cuando todo se inunda de la ausencia,
ni porque por los ojos te derramas
con un diluvio nuevo
fingiendo ser las aguas venideras
y flor que en el otoño se sostiene.
Manuel M. Barcia
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