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Hoy soy yo quien te nombra,
mar
también azul
y palabra mujer abrazada a Neptuno.
Han vuelto a florecer los tulipanes
y tú entre paréntesis, versando
la oración que persigue las vocales.
Y vuelves a subir a las estrellas,
trepando sin tacones,
creciendo diminuta
la esencia de tus ansias de vivir,
poquito a poco,
mies de trigo en ciernes y agua de molino,
libertaria tu voz,
mientras el silencio
pastorea la espuma
y te amanece.
Manuel M. Barcia
Las sombras del día
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Este silencio omnívoro se vuelca en mí
como una campana de cristal caída del misterio de la luz.
Desde la contemplación un río de minutos se asoma ...
Hace 54 minutos
4 comentarios:
Un poema de categoría. Creativo y lleno de vocaciones.
Un abrazo.
Agradezco tu amigable compañía, Perfecto.
Un abrazo grande.
Sense paraúles.
Concha dixit
No son necesarias, mar. La espuma pastorea.
Un beso
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