Ser en ti un solo cuerpo, respirar
los silencios que suspira tu boca
que en mis labios se alienta y se agazapa...
Un grito sin voz
profana tu esqueleto
sin que nadie responda
Y descienden los besos
por la hoguera de un fuego interminable
bajo la tenue luz que nos abrasa
El agua nos conforma
cuando la lluvia lame las cenizas
con el viento marino
que surge tras las sombras del ocaso
Y tu vientre señala el horizonte
temblando todavía la nevada
de aquel escalofrío con fulgores
Y el ojo de la noche nos contempla
con brillo en las pupilas.
Manuel M. Barcia
2 comentarios:
Ufff! si me lo permites,poeta.Me guardo con todo respeto estas letras,¿me permites llevarlas con tu autoria a mi blog?
Bravisimo!
Te lo permito, Paloma, y además me siento muy honrado por tu propuesta.
Gracias por tu huella.
Un beso
Manuel
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