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domingo, 29 de noviembre de 2009


CUANDO ESCRIBO HACIA DENTRO



A Carmen.



Me pediste que aprendiera a distinguir
el lado femenino de los verbos
conjugados en mujer

Me fui a una librería,
busqué entre sus estantes un tomo que incluyese
a todas las palabras escritas con el agua
en las páginas blancas de un poema,
para saborearlas,
para intuir ancestros despertares
de genes en mi herencia
que puedan transportar hasta mi sangre
las sílabas mojadas que caben en la lluvia

Y no fueron mi abuela ni mi madre,
ni la etnia fugitiva en mi raíz,
la causa o el efecto que supuso
la toma de conciencia en mi criterio

No sirvieron de nada los fonemas
vertidos por la musa en mis adentros.
No supe averiguar si Poesía
se escribe separada o enfrentada

Belleza se pronuncia con voz propia,
prefiero articularla sin género ni sexo,
robársela a los dioses de sus dones,
como un milagro nuestro...




Manuel M. Barcia

sábado, 28 de noviembre de 2009


ESTROFAS DE CORAL


Te busco mar adentro,
en las olas dormidas que sueño cada noche


Y quisiera encontrar allí un atisbo
de un renuevo de luz entre las sombras,
y pensar que aún existes
tras el agua lejana de la orilla

Apareces desnuda como siempre,
en corrientes profundas de la marea turbia,
hundida en humedales del silencio
que no sé como expresar

Mientras, sigo nadando,
y escribo otro poema de arrecifes
que fluye en soledad sin encontrarte,

cautivo del océano en sus versos,
con estrofas de coral.



Manuel M. Barcia




EL ECO DE TU VOZ SE DESVANECE


Fuiste viento y clamor de los desiertos

De los desiertos
clamor
y viento,
fuiste...

Cuando calla el silencio
el eco de tu voz se desvanece.



Manuel M. Barcia

AROMA DE MAGNOLIA


Aroma de magnolia, pierde
la vida haciéndose pedazos

todo es silencio, aullido de los páramos

la nieve
el frío que adormece
la sombra bajo el mármol de mi cuerpo,

como réquiem
que sueña con tu ausencia
y me acompaña



Manuel M. Barcia

viernes, 27 de noviembre de 2009


LA HERENCIA QUE SOSTIENE QUIÉNES SOMOS



a Enma



Venimos de una raza que duele cuando amamos
de tocar la inocencia
donde siento que vives cada día

Los peldaños del tiempo
no ascienden las pisadas de mis pasos
hasta la luz que ahuyenta las tinieblas

Pero yo soy la historia
el nombre que sostiene quiénes somos.



Manuel M. Barcia

TRÁNSITO NOCTURNO


El silencio y la noche,
no siempre duermen juntos.

A veces en el tiempo sombreado
se escuchan los rumores espontáneos
que los búhos retrotraen
de la voz del misterio,

mientras hablan los sueños frente a frente
y muestran su aleteo en la mirada.




Manuel M. Barcia

jueves, 26 de noviembre de 2009


EL OTRO QUE HAY EN MÍ


Cansados de la misma convivencia,
firmamos testamento, caímos en un trance.
Legamos los sobrantes de los sueños
para el otro que hay en mí.



Manuel M. Barcia

LO DEMÁS ES INSTINTO


Existe la creencia entre los perros
de que sólo es el hombre
el único animal de compañía,
y ladran su razón con entusiasmo.

Lo demás es instinto.




Manuel M. Barcia

miércoles, 25 de noviembre de 2009


DORMITORIOS AJENOS


Las alas de la noche me rodean
dilatando mi sombra en su materia

Y yo me dejo llevar,
centinela en su vuelo,
dejando mi extensión en su misterio,
sin signos ni inscripciones en mi tumba,

tan sólo envuelto en éxtasis de sueño.



Manuel M. Barcia

SÓLO TÚ


Solo tú puedes amar y ser amada,
crecer como los árboles que aspiran
las gotas del rocío en su corteza,
ser savia de la vida,
morir en las raíces que te ascienden

O ser un gran pedazo de madera
que brota apesumbrada

sin más fruto que el aire entre sus ramas.



Manuel M. Barcia

domingo, 22 de noviembre de 2009


PÁJAROS DE ACERO


Mantengo entre paréntesis
la fe que se sostiene de forma prodigiosa
en los vientres de metal

Los pájaros de acero parecen convertirse
en alas del misterio que navega
con altos pensamientos por un mundo de cristal

El aire nos recuerda las mudas soledades

El tiempo entre las nubes no envejece,
acaso a veces vuela,
en círculos insomnes que llenan la memoria
mientras sueña la vida instantes de añoranza

Y son los aviones, almas ciegas sin rumbo,
mamíferos de hierro no menos solitarios
que los cuerpos inquietos que transportan
bajo un cielo sin puertas ni ventanas.



Manuel M. Barcia

sábado, 21 de noviembre de 2009


TU MAGIA


Tu magia me sumerge
en hechizos que invocan
l
a

l
u
z

d
e

l
o
s

e
n
i
g
m
a
s




Manuel M. Barcia

JARDINES CALCINADOS


Vuelan sombras grisáceas de las flores.
En los días cautivos del silencio
el rojo es azulado entre las venas

Engullen los fluidos de nosotros
en la sed donde ayuna el extravío
de jardines de ayer con margaritas

Y nos manchan de sangre la memoria,
también en la derrota,
donde vence quien primero se muere
cuando beben arena los desiertos.



Manuel M. Barcia

viernes, 20 de noviembre de 2009


PIGMALIÓN, AFRODITA Y GALATEA


Contemplando su obra tan perfecta,
concedióle Afrodita como premio,
el don de la oratoria cada noche
y ser parte recíproca del sexo
en la imagen del sueño

Y al tocar otra vez a Galatea,
se sintió Pigmalión petrificado
al oír en el seno del silencio
la voz que se hizo humana en la materia:

Bien sabes que en las artes amatorias
el marfil se calienta
haciéndose más blando en el manejo
y dúctil al contacto de los dedos:

¡Prefiero ser estatua antes que imbécil!


Manuel M. Barcia

LA SOMBRA DEL MIEDO


Hay días que despiertan en el miedo,
mirándonos vacíos,
sumidos todavía en las razones
que ocultan al silencio entre los sueños

Hay días estrellados,
que amanecen con pánico infinito
en un mundo de ciegos,
iguales a nosotros.



Manuel M. Barcia

jueves, 19 de noviembre de 2009


EL ÁNGEL BLANCO


Se recrea el suicidio entre las venas
con voces ilusorias
que llevan resplandor a los desiertos
de los dioses caídos
al submundo de luz en las tinieblas

Y con pánico y ansiedad
surgió del polvo un ángel
con la máscara blanca de la muerte.



Manuel M. Barcia

miércoles, 18 de noviembre de 2009


AL SUR TAN ESCONDIDA


Penetro la hendidura de tu enigma
por esa puerta abierta del deseo,
al sur tan escondida,
abismo del volcán que te genera

Mientras arde mi piel en lava herida,
fluye la soledad del laberinto,
se expande la humedad en tu materia,

y el agua estremecida ya no tiembla,

es fuego y transparencia fugitiva,
acaso mis cenizas.



Manuel M. Barcia

domingo, 15 de noviembre de 2009


LÁGRIMAS DE PIEDRA


Bajo un cielo con lágrimas de piedra,
no sentía la lluvia,
vagaba entre las formas del silencio
con huellas oxidadas por la niebla

Buscaba en la quietud de la mañana
la llave de la cárcel
que encierra tras sus muros al destino,

sin nada que guardar, sólo la espera.



Manuel M. Barcia

TRANSPARENCIAS DE CRISTAL


He perdido la sed donde te nombra
la anestesia del amor

En un grabado ingenuo
descifro los instantes sucesivos
del viento a la deriva
que llama a la puerta de los sueños
mientras duerme la razón

El rostro de la luna me despierta,
¿por qué grita el silencio?
¿por qué es música tu voz?

¿por qué finge la noche transparencias de cristal?...




Manuel M. Barcia

sábado, 14 de noviembre de 2009


LA SED DE LOS METALES


En la lluvia que fluye,
es temprano el ocaso;
errante la memoria,
y vuelve adolescente la sed de los metales

Si fuesen las palabras en los versos
los verbos sin nacer donde se fraguan
las sílabas desnudas

Si lejos del pasado fueras sólo el olvido
que duerme silenciado mientras sueño,
la imagen gangrenada de tu cuerpo, saldría del sepulcro,
y con fúnebres ritos literarios sería el epitafio
que amanece tras el sur

Y disuelta en la sombra de la luz sin encuentro,
apenas transparencia del fulgor que se asoma
cuando el día se acuesta en las horas fecundas
que incuba en el crepúsculo el silencio
donde yaces eterna,
menos los minerales de tu vientre.




Manuel M. Barcia

domingo, 8 de noviembre de 2009


SILUETA Y FUGA


Eres agua en mi piel
y toda mi piel,
afluente de lluvia
regada en el deseo

En mis horas insomnes
permanecen intactos
los sueños que simulan las mareas,

sintiéndome la mano que acaricia
tu cuerpo de sirena.



Manuel M. Barcia

sábado, 7 de noviembre de 2009


EN EL PASO DEL TIEMPO


Parece que sonrío,
pero sólo desprendo de la boca
los inútiles besos
que arden en mis labios
copulando mis sueños y tu sombra

No apagues esta luz cuando te vayas,
fingiré que he caído,
las huellas del vacío son profundas
en el paso del tiempo.



Manuel M. Barcia

NO IMPORTA LA SOLEDAD


No importa la soledad
cuando grito las palabras que callo
sembrando agitación en el silencio

También en la memoria
se pueden escuchar los desencuentros
con ecos que transitan del olvido

Una queja mordida por la bruma
despierta la conciencia
en la estéril belleza de lo oscuro
y se ensancha la luz en las tinieblas

No importa la soledad,
siempre hay alguien detrás de nuestros sueños.



Manuel M. Barcia

viernes, 6 de noviembre de 2009


A FIN DE CUENTAS


Quisiera disculparme
por ser deuda en el haber
de los días contables
quebrados en el tiempo que divide.
Por ser parte invisible
de las horas pasadas a tu lado
siendo múltiplo de dos
en todas las traiciones.

De las noches vividas en tu sombra
borré toda la luz de las tinieblas.

Ahora resto tu imagen del espejo
y me veo perfecto.

Terminado el balance
no me quedo con nada.
No se archiva el perdón
a fin de cuentas.



Manuel M. Barcia

miércoles, 4 de noviembre de 2009


LA MIRADA PLOMIZA DE UN FUSIL


Sintió el dedo índice del fuego
señalando su pecho en la mirada

Oyó en la resonancia del silencio
el fulgor del fascismo enfebrecido
por ardores de sangre y de patria

Murió con las palabras maniatadas,
verso en boca, los párpados cegados,
rastreando la luz entre las sombras
del último latido de la gloria

Y escribió "libertad" mientras caía
en paisajes de sueño enrojecido...




Manuel M. Barcia

lunes, 2 de noviembre de 2009


LA OTRA PERSPECTIVA DE MADONNA ELISA


Detrás de la sonrisa misteriosa
un rictus de amargura
despierta en el poniente de las sombras
los rasgos melancólicos de un rostro
que siendo de mujer no lo parece

Quizá sea debido al gran enigma
que supone interpretar
la luz reveladora en su mirada,
o los dientes cautivos de su boca
que murmuran pasiones invisibles
en los sueños al óleo esfumados

Bajo su casto velo
asiste a un funeral de desentierro,
llorando en silencio los males de amor,
las tardes inocentes de posado
que descienden con vértigo de quietud,
la ausencia de colores en su ropaje interior,
los momentos más íntimos del parto
en un vientre de madre nunca sida

Las artes ilusorias de Leonardo
reposan con facciones contraídas
en la faz de una Gioconda de cristal

Aquellas que inspiraron
un alma en perspectiva que no muere.




Manuel M. Barcia