Sin rumbo en la bitácora

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Un código sin dudas
me invita a transferir
los sentimientos.

Sin embargo, he perdido tu señal,
no hay luz en lo que toco,
siquiera un replandor de la locura
que acaricie por ti
el tiempo de lo amado.

Acaso mi intuición es espejismo,
ha olvidado tu nombre,
los deseos que dictan libertades
al sur de la derrota.



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Inútil mi presente

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Los únicos demonios en este mundo son los que corren por nuestros propios corazones. Es allí donde se tiene que librar la batalla.

(Mahatma Ghandi)





Imposible volver a los tiempos en calma,
abrir el corazón en lo contaminado
sin que sangre la herida puñaladas recientes
en sonetos que nunca se atreven a callar.

Hay una voz oscura transitando los versos,
en sus huellas el frío desnuda la testuz
fingiéndose verano, le arde la impaciencia
con que ha de irruir poemas humillados.

Yo soy en esta guerra destino de finales,
causa de la pasión que grita desde adentro
cuando sufre un amigo sin que nadie le atienda,

como rinde blancura la paz en las batallas,
como si fuera olvido,
inútil mi presente.



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Transi-edad

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Ahora soy monigote,
una estatua en el hielo,
como un espantapájaros que aflora
paisajes de silencio,
fijamente mitad de la inquietud
que me causa dolor
sin darme cuenta...

Cuando llegue el verano anunciaré
el destino a mi huida,
un versar más feliz
sin contretiempos.

No me llegan las patas para andar un soneto,
¿acaso un ido importe?
Si me buscan estoy hibernando a lo loco.



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Lo estéril de la crisis

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Fue la madre de todas las tragedias,
y puta del oráculo también,
como si Esquilo fuese condición
para representar los sufrimientos,

y allí la hipocresía del poder,
el modo de elegir desesperanzas
por destino implacable, la maldad
que a los desheredados empobrece,

que los lleva a vivir junto al silencio,
inclinándose en busca de algún dios
capaz de redimirles con perdones,
o un acto de ilusión, una promesa,

para juramentar a los que nacen,
que sean voz estéril de la crisis.




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Nívea

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¿Por qué tus manos frías?
¿Cómo impedir la noche tan húmeda en el tacto
de lo que yo extendí, desmembrándote,
y dentro de la fragua el despertar
de una mujer, la lluvia y lo que sientes?

No es culpa de tu cuerpo esta nevada,
no supe acariciarte
mientras eras la sombra de mi piel

y luego escalofrío entre los dos,
inútil ya, sin fuerza.



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Una cosa extraña

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Fascinado por tan ancha quietud
su frágil existencia tomó tierra.

No tenía lugar a donde ir,
tampoco voluntad por ser la vocación
de otras tentativas
ni muestras evidentes de algún miedo.

Un círculo sin fin le acompañaba
pensándose su igual,

era una cosa extraña...

como un espejo al sol
con síntomas de noches que no cierran.


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Testigo de la nada

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¿Quién recuerda mi nombre?, apenas tengo saldo
ni dedos, ni pulsión,
ni voz a manos libres.

Si en el tránsito al sueño
quedase algún androide abandonado
y me quisiera hablar...

Mas de pronto recuerdo que la vida
carece de accesorio virtual,
no hay códigos de luz en su memoria,
ni wassap, ni tabletas,

tan sólo una corriente de futuro
con brújula hacia el sur
y nadie que controle su manejo,

...acaso siempre fui
testigo de la nada.



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The blemish

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Para sonetizar un pensamiento
no es preciso un apóstol por guión
de pelis en memoria, ni siquiera
profundas convicciones del sentir.

Acaso en lo imperfecto haya teorías
que jamás nos condenen, la moral
que suponen las falsas libertades
en donde quepa un alma y también Dios.

Tal vez sea mejor una mentira,
buscar la tentación en la mujer
sin propósito alguno de estrellato,

o esas grabaciones en la cama,
sin más protagonistas que un amor
y diez mil teleseries sin finales.


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Lenguas rotas

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Me gusta hablar contigo
sin nombrarte.

Saber que nuestro instinto
es quien nos guía
a través de los dos,
amante y cauteloso,
labio de una sonrisa
sin carmín,

un lenguaje prohibido a los demás
mientras alzas mi pecho
y escribes con tus uñas la mudez
de un lejano remite
que aúlla las entregas.



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Filigranas

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En todo aquel diseño
tú eras pasarela,
tallo y pose reunidos
para lucir
entredós y mujer sin filigranas,

con pájaros y nubes
de un aire delicado,

inquilina también
de un mundo sin testigos de ternura.



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Sentir contra-diario

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17/enero

Hoy no tengo ganas de hablar.
Son las 24 horas de un reloj vacío.
Vivir es la tarea repartida entre dos exigencias: Un comienzo en la cama que termina en el placer de volverse a acostar, incluso a solas, flotando entre los sueños, aunque sea inquietud esta certeza de no-vida, esta tachadura de almanaque con signos de mí mismo por ausencia.

...Tal vez me vuelva astral,
memoria como tú de un volátil diario que no piensa, o acaso sea de ti separación, por ver como carajo sobrevive un libro tan cotilla sin jornales de existencia, de qué llena sus páginas sabiéndose despido, un lazarillo de renglones que camina con los pasos a ciegas...




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Luces sin reflexión y des-corduras

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Si a un pájaro la jaula encarcelase,
por huevos que Jack Nicholson sería
un cuco en aquel nido,
invitándole a ser libre, a vivir
tiempos contracorriente.


***


Nunca supo mirar con lucidez, tenía la cordura por ceguera.


***


Si Freud tenía razón...
¿por qué interpretar los sueños?
los sueños, sueños son, el resto solamente es psiquiatría.


***


En el ego siempre hay dos,
el que opina y el que lo niega.


***


Dijo: Viva!  ... y murió sin saberse un orate.


***


La locura es el tránsito a la luz que se alcanza breve-mente.


***


Si Michi tiene un don,
no es por extenderse,
cada loco es fugaz a su manera.





A Héctor Michi,
con cariño y admiración.



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Único sentido

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Pienso,
el alma y la razón, persiguiéndose.
No hay huellas tras de mí,
delante lo ilusorio
y una voz
silenciosa.

El lápiz me pregunta: para qué,
y yo no le respondo,
no sabe, no conoce,
ha olvidado que solo soy blancura,
sentido elemental,

el antes de un poema reflexivo.




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Corrientes de interior

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Poro a poro tu piel
enfureció,
de súbito eras mar
y después un tsunami,

en tu sentir más hondo
germinabas
lo impávido a la luz,

oleajes secretos.




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La última cruzada

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De todas las palabras que soñé
¿quién será el orador
que asombre mi papel
y enmudezca?

Si yo fuese lectura en mi memoria
si pudiera sentir
si al menos un hereje maldijera esa voz
su lengua predicable
y el olvido.

Si aún tuviese arcano
el pulso de la historia,
desentráñala tú,
ordénale a mi sangre que lata el corazón
de un escriba tan yermo...

Ensuéñame si quieres con paisajes de mar
y piadosos azules,
deja que allí el silencio sea libre
y tu amor
mi cruzada.



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Ligaduras

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Del arte de ligar,
no todo es conveniencia
en los lazos de amor.

A veces lo astrológico es presagio
de un nudo casual,

un cosmos que pretende lo salvaje
de un éxtasis feliz,
sin ataduras,

tan sólo bebedizos
de bacantes
a las puertas de un bar

y ese no sé qué de tu mirada
que me invita y seduce.




Nota: (Bacantes: Mujeres griegas  adoradoras del dios Baco)


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La danza de los cisnes

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Qué lenta biología trae la luz
en los pasos que flotan la atmósfera de ti.
Qué frágiles las huellas de aquel vuelo,
su tenue conjunción, y la temprana edad
del abrazo incansable, la querencia
de un cisne que se filtra por un mágico lago
para ser corazón de una mujer,
la infancia de un verdor,
el enigma que nace los sueños en la lluvia,
las raíces del llanto,
la música en nosotros

y un regazo de sur sin barricadas.



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Breviario en lo impasible y prepotencia.

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Antes, todo era caro,
ahora cuesta entender
las razones que inducen a pensar
que nada es gratuito.


***


La memoria
no tiene marcha atrás,
el futuro está hecho.


***


Me queda todavía por crecer
una edad pintoresca,
sustituir el gozo
por un tiempo ideal,
fingir la perspectiva
de un mundo sin desastres

y amor rocambolesco.


***


Este año, los Reyes, no eran reyes,
traían un disfraz desconocido,
pasos de esclavitud
e ilusiones sin huellas de camello,
desiertos por regalo.


***


Tengo el alma repleta de carbón,
el ser bajo cenizas.
Sin embargo, estoy bien,
vivir con prepotencia ya me basta.




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Hipótesis de adiós

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En nuestra despedida
nadie sabe que todo queda aquí.

Adiós largo, apacible,
tan instante de fuga
tan resquicio
y tan continuación
de lo que fue:

Eras puro latir
y eternidad
de la mujer a secas,

los dos cruzando el túnel ciegamente,
algo mustios, sin vida,

aún la permanencia de un sofoco
en lo que nunca acaba...

Te conocí en la noche,
fuimos paso de un vals
con vaivenes de sueño interminable.



mmb

En lo crepuscular

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Acaso sea esta luz quien pretende mí
tan ardiente locura, nuestra celebración
en secretas raíces de silencio.

Tan sólo tú conoces
el refugio que asila los desmayos,
y su concavidad,
ese grito final de la renuncia
que servil nos abruma,
que flota y luego cae
sin techumbre ni pájaros.

Acaso la razón de lo sombrío
no espeje más que antiguas melodías,

latifundios de luna que allí nos justifiquen,

etcéteras de piel
junto a las sombras.



mmb

A propósito de mí

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Nunca digas jamás en fin de año.
Si quieres prometer solemnidades
hazte socio de un club que no admita políticos ni curas,
ni a ningún doctorado en artificios
con signos aparentes de una pronta explosión.

Corre la San Silvestre, sé del cuerpo ajetreo
y después, por razón de las promesas
sal de copas si puedes con todos los amigos,
o amigas, si tuvieras, que divierten también.

Pero nunca, repito, nunca, nunca,
se te ocurra elegir el treinta y uno
para estos menesteres,
es fecha de adorables fantasías,
y proyectos que tienen por afán
la gesta de un fracaso.

Mejor, las consabidas relaciones
del tiempo y la ilusión,
doce uvas contadas,
una carta a los Reyes, un futuro feliz
y eso que se dice todos los años nuevos:

Si huyes por cobarde, que te den,
serás dos mil catorce si tengo que escribir
los días de esperanza por rutina.



mmb