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Por si fuéramos dos en el alma gemela,
si en esa conjunción de tiempo y luz
no habitasen entonces nada más que un amor
y eterna compañía...
¿Qué fin otorga leyes que incumplan los preceptos
para ser facultad de un enunciado,
teoría que vulnere momentos de pasión
y un triste sinvivir por único argumento?
No es mandato de un dios nacer sin libertades,
tampoco la obediencia de una fe
que sea contranatura.
No es preciso morir para sentirse vida
de un cuerpo en abandono,
a veces, tan sin aura, que no sabe
encontrar el sendero de un tránsito feliz
hacia la esfera,
ese cosmos vacío de una revolución,
esa bola de puntos
jugando a ser distancia entre los dos,
tu curva intimidad
y el nudo de mi centro.
mmb