ni es temprano ni es tarde
es sencillamente el momento
en el que me veo con ella
Silvio M. Rodriguez
Qué frágil eslabón nos ata y te condena
donde el tiempo es dual, apenas sedimento
de las sales de un beso, también encumbramiento
cuando emerge la noche la plenitud más llena.
El vientre del amor jamás desencadena
conflictos en la piel que sean casamiento
del aire con la niebla, tan solo algún fragmento
capaz de atardecer el latir que lo truena.
Pedacitos de luz pretenden ser juguete
en grietas laberínticas, a modo de boquete
que impida libertar el ansia en lejanía.
Acaso sea estéril la sombra en su oquedad,
un sé por confesión cuando rinde verdad
la burla de su sino sintiéndose agonía.
mmb
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