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Madejo de caricias nuestro hilván,
sutil y lentamente tus costuras,
hilando cada instante con fervor,
- como teje la espera -
como un tiempo de luz enhebraría
los ojales cerrados
prendidos de alfileres.
Manuel M. Barcia
La adivinanza
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Cuando llegaron yo no supe reconocerlos.
No sé si pensaba que era normal sentirse así,
tan en plenitud, tan acorde con la vida.
Duraron poco, casi...
Hace 5 horas
4 comentarios:
Este poema, supera incluso, al de La Edad de las Flores... que ya es.
Concha dixit.
The mar always exaggerates, but thank you for you warm waves, pep.
Embrace
La urdimbre de un vínculo silencioso y precario.
Es la espera necesaria porque nuestra pasión impostergable es la poesía.
Bss.
... y su manto de luz siempre llega, incluso en los monásticos silencios.
Gracias por tu apasionado sentir, Elsa.
Un beso
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