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Madejo de caricias nuestro hilván,
sutil y lentamente tus costuras,
hilando cada instante con fervor,
- como teje la espera -
como un tiempo de luz enhebraría
los ojales cerrados
prendidos de alfileres.
Manuel M. Barcia
El mar de la noche
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Hay en tu rostro una herida donde las sílabas en calma
se adormecen como barcos sin un mar que los agite.
Riela la lluvia bajo el farol, allí se ref...
Hace 10 minutos
4 comentarios:
Este poema, supera incluso, al de La Edad de las Flores... que ya es.
Concha dixit.
The mar always exaggerates, but thank you for you warm waves, pep.
Embrace
La urdimbre de un vínculo silencioso y precario.
Es la espera necesaria porque nuestra pasión impostergable es la poesía.
Bss.
... y su manto de luz siempre llega, incluso en los monásticos silencios.
Gracias por tu apasionado sentir, Elsa.
Un beso
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