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El tibio pasear entre los cuerpos perdida la tersura
y vuelto acogedor
-así-
entre las dunas que urgieron la nacencia.
Concha Vidal. (de: Una proposición muy decente)
Azulina y fluyente,
sin témpanos que injurien a la mar
lo adoratorio en ti,
la isla de mi rezo
interminable.
En tus orillas hay manantiales de sombra
y una proposición que de tan casta hiere
los ojos de la luz,
nos aquieta en silencio.
Y sin embargo es flor,
jardín de un paraíso que revela
el pasado nupcial,
y música en el limo de tu piel,
y ventanas de abril
abriéndose a la par en la propuesta,
sin mostrar lo indecente.
mmb
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