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17/enero
Hoy no tengo ganas de hablar.
Son las 24 horas de un reloj vacío.
Vivir es la tarea repartida entre dos exigencias: Un comienzo en la cama que termina en el placer de volverse a acostar, incluso a solas, flotando entre los sueños, aunque sea inquietud esta certeza de no-vida, esta tachadura de almanaque con signos de mí mismo por ausencia.
...Tal vez me vuelva astral,
memoria como tú de un volátil diario que no piensa, o acaso sea de ti separación, por ver como carajo sobrevive un libro tan cotilla sin jornales de existencia, de qué llena sus páginas sabiéndose despido, un lazarillo de renglones que camina con los pasos a ciegas...
mmb
3 comentarios:
Muy bello, Besos.
Tu letras son un agradable sol que hace amanecer.
Gracias por ellas.
Interesante. Voy a seguirte un poco. Uhm.
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