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De todos los caminos en la vida
sólo hay uno que conduce a la verdad;
el destino ignorado que soñando los sueños
es punto equidistante
entre el principio y el fin,
donde todo es acción, nada es resumen,
allí donde se encarna
el enigma de todos los enigmas
en sombra de su piel desorientada.
y la luz que atardece
elige inútilmente los atajos
para mirar la nada.
Manuel M. Barcia
En la ceremonia de los soles vencidos
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I. La Sangre (Alfabeto Circulatorio)
Mis venas tinteros rotos
Escriben surcos en braille
Sobre la piel del insomnio.
La tristeza es...
Hace 9 horas
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