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Recuerdo a un animal inexistente
volando en espirales
que permiten escuchar el graznido de su voz
Multitud de visiones delirantes
aún brincan enroscadas a mi cuerpo
de músculos torcidos
¡Quiero ser un pájaro!
aprender a subir sin ascensores
trepar por la existencia
izarme a las antenas
mirar los rascacielos desde arriba
para dejarme caer...
porque bajar tiene que ser un vuelo
con la nariz pegada a nuestros ojos
incitando al olor de la mirada
que se adentra en la noche
Porque así son son los sueños:
Sólo sombras de vértigo tras la luz
en alas del silencio
Manuel M. Barcia
La casa
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Hoy visitamos la casa
en la que vivió tu madre
siendo niña.
Otra ciudad, otro mundo.
Está en una calle de la zona antigua,
muy deteriorada por ...
Hace 3 horas
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