---
Te doy para que des,
algo a cambio de algo.
Y te ofrezco versos
nacidos del delirio en la entrega,
y páginas de luz
escritas con renglones de los sueños.
No hay límites ni umbría
cuando el pulso te anuncia perdurable,
peregrino el placer
y el remanso de ti en las orillas.
Quid pro quo!,
sin fecha.
Edades de pasión mientras busco mi patria.
Manuel M. Barcia
La casa
-
Hoy visitamos la casa
en la que vivió tu madre
siendo niña.
Otra ciudad, otro mundo.
Está en una calle de la zona antigua,
muy deteriorada por ...
Hace 4 horas
2 comentarios:
Fantástico poema amoroso, Manuel, impecablemente concebido y ejecutado.
Un abrazo.
Eres muy generoso, Ramón.
Gracias por dejar esta huella de tu peregrinaje.
Un abrazo grande
Publicar un comentario