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Ya casi derrrotado en lo inmortal
busco el alma del fuego;
o algo inamable de la diosa
donde brote la luz
que incendia con la furia de mil soles
la excusa de la piel.
Desnudo en la erosión
apenas soy la lluvia en el deshielo,
flamígera vejez,
hoguera de lujuria en las edades.
Sin embargo,
es viril la humedad de la muerte
... y tú sigues ardiendo.
Manuel M. Barcia
Quemadura
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En el mar de mi piel el ojo negro del dolor,
cuál el origen si no había otra luz que la de un sol
de verano; llegó el áspid con el silbido innoble d...
Hace 8 horas
2 comentarios:
Precioso, Manuel.
Un beso de meiga
Ana
Entonces,... casi tanto como tú...
Gracias por estar, meiga.
Un beso
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