---
La cruenta conversión del agua en fuego,
la médula y la sed,
la dulce mansedumbre que posterga.
Dos lenguas tan ansiosas de lamer lo insaciable,
la voz de los suicidas que se ahogan,
un grito impronunciable en la garganta.
No es fácil silenciar los gemidos sin dueño,
el instinto voraz de ti sobre mi piel
insaciable, vital,
tan proclive al amor,
solsticio en la inmersión de tu verano.
No es fácil discernir tu muerte y la ternura.
Manuel M. Barcia.
Poema del día: "Florecen los almendros en Mallorca...", de Claribel Alegría
(Nicaragua, 1924-2018)
-
Florecen los almendros
en Mallorca
y no estás para verlos.
De mi balcón anoche
los vi fosforecer.
Te llamé por tu nombre,
conjuré tu fantasma,
te perfilé d...
Hace 14 horas
2 comentarios:
Qué bien escribes, Manuel.
Te dejo un beso de meiga
Ana
Es un elogio inmenso viniendo de una musa como tú...
Gracias por tu cálida palabra, meiga.
Un beso
Publicar un comentario