---
Se diluye el amor
y traspasa el umbral de mi existencia,
agónico el latido.
Las brasas cubren el espacio del fuego,
mas yo no arderé.
En ti la gravedad y esta obstinación por compartir
mis manos con tu piel.
Y desnudo en tu luz
la música, el temblor,
lo inextinguible.
Manuel M. Barcia
La buhardilla
-
Solo tiene de inquilina a la memoria, bajo los listones curvos,
hogar de la carcoma, el arcón reluce con el cenit del mediodía
cuando al ventanuco l...
Hace 2 horas
2 comentarios:
Hermoso poeama del adios y la desesperanza. Me gusto el toque poetico, verdaderamente iluminado.
Saludos,
Gracias por dejar tu caricia en estos versos, Noris.
Un abrazo.
Publicar un comentario