Roja queda la nieve
después de la matanza sin mesura
de las crías de foca
que cubren la extensión del atentado
A pesar de no haber supervivientes,
una hembra preñada
intenta persuadir a los verdugos
de lo brutal, salvaje e innecesario
que supone dejar en carne viva
a seres inocentes e indefensos
que son despellejados
para ser con su piel
abrigos de diseño
Y nada es suficiente en pasarela
El hombre, su ambición y su violencia,
el único animal civilizado;
tan vergüenza de Dios,
tan cruel e inhumano...
Manuel M. Barcia
1 comentario:
Una sonrisa vale más que mil palabras, sí.
Gracias en nombre de las focas, Abril.
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