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He de poner paisaje a mi sonrisa
inundarla de luz
y de presentimientos
y de fuertes pasiones que me hagan sentir
el viento que respira en los cristales.
Y disipar la noche,
consentir
los idilios del sol con mis quimeras
la luna en los vitrales del amor
los caprichos de Venus
anhelos de vivir tras ventanas cubiertas de tristeza.
Quisiera conocer
esa quietud
de los que sueñan solos,
reír y antes llorar,
porque la lluvia
cae lágrimas de azúcar
la soledad de un rostro
un bar y un café y un espejo.
Manuel M. Barcia
Entre las hayas celestiales: tres poemas de Alba Seoane
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SEDIMENTO
El amor de las rocas está escrito
circula como los efluvios
por su piel áspera
lo escuchan al atardecer
perros famélicos
lectores de huesos y...
Hace 2 horas
7 comentarios:
Precioso, como todo lo que escribes.
Un beso de meiga
Ana
Inspiración, fruto, lírica compartida en esas lágrimas de azúcar que relamo entre mis labios.
Un placer visitarte como siempre Manuel.
Sentido y hermoso,
melancolico y muy tierno.
un beso Manuel.
"Mas busca en tu espejo al otro,
al otro que va contigo"
A.Machado
Es un placer tu compañía, meiga.
Gracias por tu huella.
Un beso
Gracias por tus cálidas palabras, Leticia.
Un beso
Gracias por esos versos de Machado y por tu compañía, Mavi.
Un abrazo
Esperanzador. Muy bonito.
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