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oigo tu largo ruego
un ruego interminable que se propaga y canta
una búsqueda sola en medio de las búsquedas
un lamento sin nadie
una oración sin templo.
Eva Lucía Armas
Fue tan sólo un instante de arrebato,
poética del alma en oración
que siendo atardecer nunca envejece.
Porque tú eres la sombra del sonido,
el ánfora que nunca permitió
que se enclaustre la lluvia,
un ángel que solloza en la ventana
con lágrimas de amor
resbalando frescura en mis mejillas
y un abrazo tal vez,
de ruego, virginal,
como un íntimo rayo que ilumina la niebla.
En esta imagen tuya yo compuse
la voz de una mujer,
tan lúcida y febril como una estrella
que nunca palidece,
los sueños milenarios del big bang
y el gran descubrimiento:
Sentir lo que yo fui contigo en compañía,
renacer de lo antiguo
soñando madrugadas en la noche
y otra vez las caricias,
los besos apacibles,
la implosión de los cuerpos.
Manuel M. Barcia
2 comentarios:
Dulzura y sensibilidad que culminan en pura sensualidad.
Muy bueno!!!
Cariños...
Quien sera esa sombra que por instantes te ilumina entre la niebla...
Solo tu tienes las respuestas a tantos porqué silenciados.
Besos Manuel.
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