Mi viejo auto, yo y los límites de velocidad
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A treinta: mi coche va por una calle transitada,
como es un animal bien adiestrado
comprende que debe ir lento,
niños y ancianos en las proximidade...
Hace 38 minutos
4 comentarios:
Los primeros cuatro versos me encantaron: lograr que los propósitos no se conviertan en cadáveres mecidos por la niebla, es todo un desafío.
Gracias por pasar por mi blog y nos seguiremos leyendo.
Saludos porteños.
Me alegra saberte aquí, Mirella.
Gracias por venir.
Un abrazo
Profundo.
Conciso y breve.
Gracias por venir. Un abrazo.
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