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Ayudadme a ser hombre: no me dejéis ser fiera
hambrienta, encarnizada, sitiada eternamente.
Miguel Hernández
Tan delicado, a veces,
y tan generatriz de Peter Pan
sonando campanillas
con su timbre al desnudo,
verso en Nunca Jamás
sin desaliento.
Es esta libertad no hay desventura,
ni cárceles forzosas,
ni presidios de amor capaces de aprehender
la luz de fantasía,
ni antorchas que iluminen hacia dentro
la juventud del alma.
Hablo de los poetas,
su quimérico ser,
la voz de su palabra pretendiendo
latir un corazón
lleno siempre de grito y esperanza,
-aunque lo eterno estalle-
No debiste acallar
el tiempo en lo soñado,
lo que la vida esconde
para que te florezca su raíz
fecunda, interminable.
Solo queda el orgullo,
esa visión amarga
que retuerce la edad de lo difícil,
sin tacto, sin ternura.
mmb
4 comentarios:
Pero Manolo, qué buen poema. Me gustó mucho, lo veo tan tangible dentro de esa voz tuya tan estilizada, que me copó.
Muy bueno.
Lehitraot, compañero
Qué bueno que te guste, flaco. Gracias por decírmelo.
Abrazo.
En Nunca Jamás no caben los desalientos, las voces de los niños son siempre inagotables y la esperanza en ellos.
Precioso me parece a mí lo que dices, sin duda.
Concha dixit
D´acord Campanilla.
Beso.
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