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El arca que construyo me libera
del abrazo imposible de la lluvia,
o acaso del diluvio
Y soy cárcel y fuga
del tiempo que en su vértigo me aisla
con barrotes de acero.
Manuel M. Barcia
Con las manos sembradas en la espalda
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La celda es un paraíso de sal
donde la muerte amamanta hongos de silencio.
La oscuridad pare gemelos ciegos
y una utopía llora dientes de cristal.
...
Hace 1 hora
2 comentarios:
Nuevamente Manuel, una delicia de poema.
¡Vale!
Gracias por tu cálida presencia, Leticia.
Un beso
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