---
Soy la luz que se yergue tras la ofrenda;
la sombra del silencio
que asciende por los los huecos desolados.
Quizá mienta y no soy yo.
Tal vez sea tu amor eso que brota
de la secreta esencia que reflejas.
No sé quién es verdad cuando todo se inunda
ni porque te derramas con un diluvio nuevo,
flor que en el otoño se sostiene.
Manuel M. Barcia
Con las manos sembradas en la espalda
-
La celda es un paraíso de sal
donde la muerte amamanta hongos de silencio.
La oscuridad pare gemelos ciegos
y una utopía llora dientes de cristal.
...
Hace 1 hora
2 comentarios:
Esencialmente, poesia. Un placer pasar por estos versos.
Salud
Gracias por tu huella en estos versos, Julio.
Un abrazo.
Publicar un comentario