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La evocación del sur
guardián de nuestra luna,
bajo su ardor silente
un rostro
y las quimeras,
dos corazones enrejados.
Los latidos que menguan,
voces inextinguibles
disfraz
en la memoria.
Así grita el amor
los recuerdos de alguien que no existe,
fuga de lo etéreo sin razón,
la luz aprisionada.
Manuel M. Barcia
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Descubriendo la intelectualidad
Del grillo que canta por las noches
Noches de luna ll...
Hace 14 horas
4 comentarios:
Hermosa inspiracion en esta noche sin luna, gracias por dejarnosla ver en su poema.
Un abrazo,
Gracias por tu luz en estos versos, Noris.
Un abrazo
Eterno y tan etero...
Unico dentro de una realidad compartida.
Besos
Siempre eres luz de plenilunio.
Gracias por venir.
Un beso
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