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La evocación del sur
guardián de nuestra luna,
bajo su ardor silente
un rostro
y las quimeras,
dos corazones enrejados.
Los latidos que menguan,
voces inextinguibles
disfraz
en la memoria.
Así grita el amor
los recuerdos de alguien que no existe,
fuga de lo etéreo sin razón,
la luz aprisionada.
Manuel M. Barcia
Resumen
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Un día di el primer paso,
a este le siguió un segundo
y luego muchos otros.
Anduve mi camino
entre luces y sombras,
entre el amor y el dolor,...
Hace 4 horas
4 comentarios:
Hermosa inspiracion en esta noche sin luna, gracias por dejarnosla ver en su poema.
Un abrazo,
Gracias por tu luz en estos versos, Noris.
Un abrazo
Eterno y tan etero...
Unico dentro de una realidad compartida.
Besos
Siempre eres luz de plenilunio.
Gracias por venir.
Un beso
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