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Gritas la libertad
como un pájaro herido, sin alas,
ajena al viento,
en la música inmóvil de tu vientre callado,
dónde el aire se agrieta.
Manuel M. Barcia
La buena persona
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Cuida con mimo sus plantas repartidas por la terraza de su vivienda de
doscientos metros cuadrados.
La veo pasear a su perro, cuando hace frío bien a...
Hace 2 horas
4 comentarios:
Pero a pesar de todo , el grito penetra las grietas del vientre y llega en tu poema ávido de libertad.
Un plaer , ojalá y me visites, te extraño Manuel.
Lo hago, muy frecuentemente, eres cita obligada en poesía y pensamiento, Leticia.
Gracias por estar y escribir.
Un beso
Puedes oir algo tan profundo?
Saludos
A veces sí, cuando susurra.
Saludos también
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