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Y de repente dije: Esto es la vida.
Esto y no más. Palpé su forma cierta.
La adiviné mortal. El alma, alerta,
vibró un instante toda estremecida.
Vicente Gaos
En mi sombra fluía la existencia
la intensidad de lo frágil,
vientre de cristal.
Refugiado en la herencia
donde el agua diluye a los nacidos,
descendieron los brazos de mi madre,
su piel estaba en mí,
amaneciendo donde arde la luz,
a solas con mi cuerpo.
A mi madre
Manuel M. Barcia
La llamada
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Agreden las palabras cuando comunican un adiós.
Por eso escogiste un bar desconocido
y una hora en la que no nos veiamos,
la primera hora de la mañan...
Hace 2 horas
7 comentarios:
Sin comentarios.
Concha dixit.
No es preciso decir, Concha, basta tu sentimiento.
Un abrazo
Todo lo dices BONITO Manuel.
Mavi
La imagen desprende ternura infinita, al igual que esos bonitos versos dedicados a tu madre.
Muy emotivo hoy.
Besos.
Gracias por tu acompañamiento, Mavi.
Un abrazo
Gracias por tus palabras, Marinel, significan mucho para mí.
Un beso
Simplemente, muy bueno. Enhorabuena por tan bellos versos, Manuel.
Salud.
Julio G. Alonso
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