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¿Qué harás con tu sonrisa?
(Morgana de Palacios)
Tú le llamas amor,
-descarnizadamente-
con esa ironía del que sufre
el mal por infortunio
y apenas lo que dicta el corazón
lamiendo las heridas
de la voz enquistada entre lamentos.
O la mujer que llora soledad
entre los cauces secos de algún río,
como si fuera fácil desunir
del cuerpo nuestra mente,
la fiebre que ilumina la salud
contigo en bienestar y otra dentro.
Sé la furia, la dermis solitaria
bajo piel, sin dejar de sonreír
partículas de luz
en siluetas de sueño.
Y préstame las alas
para pintar los versos con tu azul,
éter exuberante
y ábrete a la vida sin dolor,
a fuerza de tu ser
y dioses femeninos de tu mano.
Manuel M. Barcia
3 comentarios:
Qué te voy a decir, salvo que no tengo alas que prestarte, Manuel., aunque da lo mismo porque tu imaginación las trae incorporadas de fábrica.
Suele pasar con los full equip. (ríome).
Cuídalas y que no se te rompan, como a mí.
Un beso, loco.
Tú tienes todo-vuelo incorporado, so-robota.
Y te quiero un montonazo, que lo sepas.
Un beso.
Muy bello... "Y préstame las alas..." tan sencillo, tan fuerte, como una infinita plegaria... Saludos!
Ely.
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