LA MISMA HERIDA

---


¿De qué nos servirán las emociones
sangrando caudalosas al morir
con honda cicatriz del existir
en nuestras desdeñables sensaciones?

¿Quién podrá resolver las ecuaciones
sin que haya teorías por vivir
silencios o agasajos que sentir
cuando lleguen al fin las estaciones?

¿Y para qué unirnos cada día?
si de tu amor apenas soy el dueño,
pena en el corazón: la hipocresía!

Quién sabe donde empieza la ironía,
este alzarse de súbito en el sueño,
creyéndonos los dos, pura alegría.




Manuel M. Barcia