como el Mistral
aventas sobre mí
Mediterráneo
y el ardor luminoso
que agita lentamente por la noche
el tiempo de la espera
son mágicos los huertos que florecen
en esta radiación
que tú concibes rezo
también amanecer de los azules
y el aire que me busca
tal vez pueda yo ahora
para siempre acallar
los gritos que grité
pronunciando tu nombre
en donde la locura es remolino
de los ecos sin voz
llorar sobre la hierba
imágenes de ti
siendo niña y mujer
litorales y montes
sabiéndote mi orilla.
mmb
4 comentarios:
Ahora está mejor, jajaaj... me hiciste caso? o fue error?
Half and half, análisis y ensayo, medio acaso y medio error. jajaja
Encantadora poesía, en la orilla de la nostalgia.
Un abrazo.
Me alegra que te guste, Dario.
Gracias por la visita.
Abrazo.
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