El verbo arrepentir se conjuga en tercera
por ser afirmación de lo imposible,
esa inútil verdad que suman las traiciones
de aquellos que se han muerto
al vaivén de la luz,
presagio de faroles que se ausentan
por las grietas del aire
recién la madrugada de un suicidio.
Así la delación, así el coste de un beso sin la plusvalía del amor, su venta en treinta siclos... Así lo surrealista de vivir sin derecho a la vida.
Acaso los políticos deberían pagar impuesto a las creencias con que el pueblo votó democráticamente para que las urnas fueran cristal de su destino, y luz donde forjar el bienestar, el buen aprendizaje y la salud. Y no la corrupción, el desahucio a los pobres y tantas veces el suicidio..
mmb
2 comentarios:
ay amigo... en este no me dio la entendedera jajaja será que estoy con moretones también en la cabeza después de una mudanza que parece la de una ciudad a un departamento.
Ya volveré al ruedo después de tomar aliento.
Ah! yo no soy de negarte nunca poeta lindo. Abrazo.
Qué frustración! Esperaba a que tú me lo explicaras... jaja
Igual tenga que mudarme yo también a otro departamento, menos surrealista si cabe.
Abrazo.
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