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Rumbo al final, sentencias.
Y crees haber plegado las velas de la nave,
inundar la bitácora de sombras.
Pero los que contemplan tan sólo las orillas
son almas sin destino,
reflejo de Caronte en el cristal,
de la muerte remeros.
Hay un tiempo después,
como una marejada de ilusión
que flota
antes de ahogarse
los versos que navegan en barcos de papel
y veloz la galerna tras sus pasos,
brújula y confín,
lo que dicta
las orientaciones.
Manuel M. Barcia
El olvido
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Es como una niebla que impide ver el hoy del pasado.
Siempre en fuga, nunca echó raíz en la memoria que sufre
por no revivir cada día el acto en qu...
Hace 51 minutos
1 comentario:
Como un barco tras una estruendosa tormenta viajando lánguido sobre la superfície marina...
Otro beso.
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