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Revuelvo los enigmas
de la imaginación que me desborda,
poniendo todo el énfasis en la fe
que nace en cualquier texto
cuando sólo el mutismo me grita las vocales,
devora consonantes
y es voz de la penumbra en el misterio,
llenando de agonía
palabras imposibles
que esperan sonrientes un espasmo de placer
tendido en su escondite,
distante de desiertos sin oasis
que huellan su raíz a ras de arena,
dejando en la elocuencia del silencio
las sílabas sobrantes,
cuando es página en blanco,
mi atrevida pirueta
que finge malabares
en renglones de ficción.
Manuel M. Barcia
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Hace 3 horas
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