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Nunca es fácil saber dónde se ocultan los tiempos de quimera
si no burlan la sed los manantiales
que fueron mis oasis en tu sombra,
y luz, que añora sola los delirios
soñando la emoción que te anochece
Y aunque puedo sentir cuando palpitas
el silente rumor que nos invade
en la fuente inmaterial del incesante olvido
no quiero ser un sueño
ni tampoco silencio que reclama
gemidos y pulsión entre tus piernas
Porque ahora soy nómada del agua,
frontera de los límites que existen
en lluvias torrenciales y desiertos,
peregrino sediento que transita viajero
hacia el sur imposible que se pierde lejano,
contigo, mis caricias,
y algo de inocencia que aún asoma.
Manuel M. Barcia
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Hace 3 horas
4 comentarios:
En tu corazón siempre habita la inocencia, Manuel. Y ...la poesía, más allá del sueño.
Perfecto poema, impecable.
Un beso soñador
Ana
Una vez me dijeron que tenía el corazón blanco, meiga, nunca pude averiguarlo, porque un día me lo secuestraron en el centro de un sueño, pero en su hueco, aún queda un poco de inocencia, sí.
Gracias por estar.
Un beso
Manuel
Un precioso poema Manuel y siempre una delicia leerte
Un abrazo poeta
Stella
Siempre es un gran placer disfrutar de tu compañía, Carmen.
Muchas gracias por tus cálidas palabras.
Un beso
Manuel
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